Lo que alguna vez se percibiera como una caravana “organizada” de inmigrantes en Centroamérica, ahora es un campamento de familias desesperadas y sin idea de qué hacer.

Huir de la violencia y la pobreza en sus países de origen era un motor que impulsaba a miles de personas a caminar semanas hasta llegar a México, con la esperanza de poder conseguir una oportunidad en el camino o llegar al final y pedir asilo en Estados Unidos.

La realidad ha sido drásticamente distinta.

Entre enfrentamientos con la Patrulla Fronteriza alimentados por la desesperación, inundaciones en los campamentos y la ignorancia casi absoluta de qué procedimiento seguir, los inmigrantes se encuentran ahora anclados en la incertidumbre.

Un reportaje del New York Times explicó que muchos inmigrantes esperaban “que el Sr. Trump se viera conmovido por su difícil situación” y cediera ante sus solicitudes de asilo, pero el gobierno ha hecho precisamente todo lo contrario.

Muchos se dieron cuenta de ello cuando desde la frontera les rechazaran con bombas lacrimógenas, se vieran en medio de una lluvia torrencial y sus condiciones de salud empeoraran.

“A la luz de los eventos de la semana, y la continua retórica del Sr. Trump, los migrantes han comenzado a reevaluar sus opciones en medio de la creciente frustración y desesperación”, explica el Times. “Cientos han tirado la toalla y se han registrado para ser repatriados voluntariamente a sus países de origen”.

Otros han recurrido al auxilio del gobierno mexicano, pero un puñado ha tentado la suerte y ha decidido intentar cruzar de manera ilegal la frontera.

Durante el pasado día lunes, varios inmigrantes hondureños intentaron escalar la valla que separa Estados Unidos de México. Según reportó el Daily Mail, la reacción es producto “del cansancio y la desesperación” de los individuos que se sienten “atrapados en campos en Tijuana”.

Quienes tomaron la decisión, esperaban ser atrapados y así poder pedir asilo estando sobre suelo estadounidense. Pero la negativa del nuevo gobierno mexicano de mantener el reciente acuerdo entre los gobiernos de ambos países – en el que México ha acordado albergar a los inmigrantes en la zona fronteriza mientras sus aplicaciones de asilo son evaluadas en tribunales estadounidenses – pondría obstáculos a este tipo de estrategias.

De acuerdo a CBS News, “el sector de la frontera en San Diego ha experimentado un ligero aumento en las familias que ingresan ilegalmente a Estados Unidos y se entregan voluntariamente a los agentes fronterizos”.

Los datos fueron hechos públicos por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), quien también agregó que los inmigrantes tomaron esta alternativa al estar “frustrados” por la larga espera para solicitar asilo.

El gobierno está actualmente procesando tan sólo 100 solicitudes al día.