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El pasado sábado, miles de ciudadanos de Filadelfia se reunieron en Logan Circle bajo un sol abrasador para pedir que se ponga fin a la detención y separación de familias inmigrantes, y la supresión del ICE.  Foto: Emily Neil / AL DÍA News
El pasado sábado, miles de ciudadanos de Filadelfia se reunieron en Logan Circle bajo un sol abrasador para pedir que se ponga fin a la detención y separación de familias inmigrantes, y la supresión del ICE.  Foto: Emily Neil / AL DÍA News

Miles de personas salieron a la calle en Filadelfia para protestar contra el ICE y las políticas migratorias

Los organizadores destacaron la necesidad de acción continuada para avanzar en la protección de los inmigrantes y sus familias en toda la ciudad y el resto del…

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El pasado sábado, miles de ciudadanos de Filadelfia se reunieron en Logan Circle bajo un sol abrasador para pedir que se ponga fin a la detención y separación de familias inmigrantes, y la supresión del ICE.

La marcha, convocada por diversos grupos y organizaciones locales de defensa de los derechos de los inmigrantes, entre ellos Juntos, la Coalición Shut Down Berks, la Coalición de Ciudadanía e Inmigración de Pensilvania y la sección de ACLU en Pensilvania, fue una de las  centenares de marchas que tuvieron lugar por todo el país ese día, como parte de una llamada a la acción iniciada por la coalición nacional Families Belong Together.

La directora ejecutiva de Juntos, Erika Almiron, dijo que la marcha fue una “excelente muestra del creciente movimiento para suprimir el ICE y acabar con la criminalización de la gente de color”.

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“Después de esto, vamos a dirigirnos directamente a nuestros políticos electos para que hagan todo lo posible para garantizar la seguridad y el santuario a todos aquellos que están siendo atacados por la administración”, añadió.

Eso implica, según Almiron, algún tipo de acción por parte del Alcalde, Jim Kenney, para poner fin al contrato que la ciudad tiene con las Autoridades de Inmigración y Aduanas, que permiten que el ICE acceda al Sistema de Reporte de Comparecencias Preliminares (PARS, por sus siglas en inglés), que dispone de información en tiempo real sobre los arrestos policiales. Almiron dijo que la próxima acción local será presionar al gobernador Wolf para que cierre el centro residencial del condado de Berks, uno de los tres centros de detención para familias inmigrantes de los Estados Unidos.

Entre los oradores de la marcha figuraba una niña de 13 años que vive en santuario junto a su familia. La niña explicó la experiencia de ella y su familia tuvieron que vivir en un centro de detención hace tres años, después de cruzar la frontera desde México. Un juez denegó su petición de asilo alegando crimen organizado y la familia vive hoy en santuario, en una iglesia.

“He pasado por lo mismo que muchos otros niños que, como yo, están siendo enviados a centros de detención”, dijo, recordando entre lágrimas cómo los agentes del ICE separaron a su hermano — que entonces tenía 12 años—  del resto de su familia, llevándoselo detenido junto a un grupo de hombres adultos. 

Tanto los oradores como los asistentes de diferentes religiones y comunidades marginales expresaron su solidaridad y llamaron a seguir luchando en contra de la criminalización de gente de color.

Afra Anan y Audrika Khondaker se enteraron de la existencia de la marcha en la mezquita y decidieron acudir a última hora:

“No soy una persona que mire mucho las noticias, pero recientemente las he estado siguiendo y he llorado… Eventos como este sirven al menos para mostrar que hay gente que se preocupa, que quiere poner fin a lo que está ocurriendo”, dijo Anan, destacando que ella cre que las políticas migratorias en la frontera están relacionadas con la reciente aprobación del veto migratorio, que prohíbe la entrada a los Estados Unidos a ciudadanos de diversos países de mayoría musulmana.

“Es lamentable y vergonzoso”, dijo Debbie Collins, de Upper Providence, que fue a la protesta con su hijo de 12 años.

Libby Schwartz, que trabajó como profesora escolar en Filadelfia durante 35 años y lleva “décadas” saliendo a la calle a protestar, dijo que la política de inmigración de la administración Trump la ha impulsado a ser aún más activa.

“Es increíble, estoy en shock”, dijo.

Los próximos acontecimientos y protestas incluyen una vigilia frente al centro residencial del condado de Berks para exigir su cierre, prevista para el 15 de julio.