Desde 2018 el Movimiento de San Isidro en Cuba ha estado luchando contra el gobierno por la libertad de expresión artística.

Ahora, en 2021, después de años de comunicar en la sombra, enfrentar la violencia y ser silenciado por la fuerza, el movimiento podría tener un importante aliado en el gobierno de Estados Unidos si se aprueba una nueva resolución.

El 9 de febrero de 2021, la resolución bipartidista presentada por los senadores Bob Menéndez, Marco Rubio, Dick Durbin y Ben Cardin anunciaría la postura de Estados Unidos en solidaridad con el Movimiento de San Isidro y sus esfuerzos por avanzar en la libertad de expresión en Cuba. 

"Con esta resolución, nos solidarizamos totalmente con los valientes artistas y activistas del Movimiento San Isidro de Cuba y nos unimos a su llamamiento por un mayor respeto a la libertad de expresión y los derechos sociales en la isla", dijo Menéndez en un comunicado sobre la resolución. "El pueblo cubano sigue siendo violentamente reprimido y encarcelado".

También pide a las autoridades cubanas que entablen un "diálogo significativo" con los miembros del movimiento en torno a esta cuestión. 

Este esfuerzo parecía estar avanzando a finales de noviembre de 2020, tras las masivas protestas por la detención del miembro de San Isidro y rapero, Denis Solís.

El viceministro de Cultura, Fernando Rojas, se reunió con algunos miembros del Movimiento San Isidro antes de que el presidente Miguel Díaz-Canel se pronunciara contra ellos, calificando al colectivo de "reality show imperialista".

El Movimiento de San Isidro surgió como respuesta al Decreto 349 del gobierno. 

Esta ley, una de las primeras que firmó Díaz-Canel al llegar al poder, prohíbe a todos los artistas, incluidos los colectivos, los músicos y los intérpretes, actuar en espacios públicos y privados sin la aprobación previa del Ministerio de Cultura del país.

Esta medida provocó una protesta generalizada en todo el país y el Movimiento de San Isidro ha estado en primera línea. 

Liderado por artistas como Tania Bruguera, el colectivo aprovechó inicialmente el acuerdo de 2015 entre Estados Unidos y Cuba que permitía a la población cubana un mayor acceso a Internet a cambio de una mayor apertura de las relaciones bilaterales con Washington.

Eso fue hasta el Decreto 370. 

La ley, aprobada en 2019, reprimió una serie de libertades en Internet que se concedían a los cubanos, pero sobre todo, penalizó la difusión de información contraria al "interés social", la "moral" y las "buenas costumbres" en las redes sociales.

Esto puso a artistas como los del Movimiento San Isidro aún más en el punto de mira del gobierno.

"El régimen cubano sigue teniendo en el punto de mira a artistas, disidentes, activistas, académicos y periodistas, y los miembros del Movimiento San Isidro no están exentos de la represión de Díaz-Canel y de Castro", dijo Rubio.

La resolución del Senado estadounidense también pide la derogación del Decreto 349, el Decreto 370, la liberación de Solís, y que la Secretaría de Estado de Estados Unidos y otros gobiernos europeos y latinoamericanos condenen la represión del gobierno cubano contra el grupo.