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Día de los Muertos en México (izq) y Barbie latina lanzada por Mattel en 2015. Photo: Getty Images. 
Día de los Muertos en México (izq) y Barbie latina lanzada por Mattel en 2015. Photo: Getty Images. 

Una Barbie Catrina para celebrar el Día de los Muertos

Con vestidos coloridos y un maquillaje alucinante, los coleccionistas ya le guardan un lugar en sus altares.

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Se acercan las conmemoraciones del Día de Muertos, la época del año en que los mexicanos honran a sus difuntos con altares, desfiles, visitas a los cementerios y muchos otros festejos, y Mattel, como viene siendo costumbre, se ha sumado a la fiesta.

La compañía acaba de lanzar una nueva Barbie Catrina mucho más festiva y colorida que en su primera edición del pasado año, que vestía de riguroso negro.

En esta ocasión, el diseñador mexicoamericano Javier Meabe ha querido reflejar la alegría y las tradiciones más arraigadas en el país con una Catrina morena que luce un vestido colorido en tonos rosa palo, con encajes, perlas y bordados de flores, además de una corona formada por manos de esqueletos. 

"Como diseñador mexicoamericano, era importante para mí usar mi voz creativa para diseñar una muñeca que celebra los colores brillantes y las texturas vívidas de mi cultura, así como las tradiciones con las que crecí representadas y celebradas en Barbie”, declaró Meaba en un comunicado de Mattel. 

Mientras que la empresa recalcó el compromiso con el que nació Barbie, para “inspirar a las niñas a ser lo que quieran ser” y que “este año conmemora la vida de muchas mujeres que dejaron huella a lo largo del tiempo”.

Una muñeca inclusiva

Aunque sólo represente a mujeres con cinturas minúsculas, piernas largas y grandes pechos, para qué mentir. 

Desde que Mattel empezó su andanza, Barbie se ha ido adaptando a los cambios sociales y culturales de su tiempo para ser lo más diversa posible. 

Si bien su predecesora, Bild Lilli, surgió como una muñeca para adultos, una “rubia explosiva”, cuando Ruth Handler descubrió a Bild en un viaje a Suiza, en 1956, tuvo la certeza de que sería un verdadero bombazo crear una muñeca “liberada” que vistiese a la última e hiciese su vida para poder inspirar a las niñas a tener otros roles sociales. 

En los 60’ Barbie conoció a Ken y se mudaron a una casa. Eran años de transformaciones después de que pasase una década jugando a ser la sobria y “perfecta” Grace Kelly, y aparecían también la primeras muñecas Barbie afroamericanas (aunque con los mismos rasgos que la caucásica). 

Hacia el final de la época, estalló la polémica con un ridículo libro de consejos para perder peso que se adjuntaba como accesorio para Barbie, e incluso una báscula. 

Surgió Barbie Malibú y el triste patinazo de su hermana pequeña, a la que le crecían los pechos cuando movías el brazo (no comments…). Hasta convertirse en un icono americano, pintado por el mismísimo Warhol, y que fue tomando un papel mucho más activo y consciente en la sociedad, incluyendo a muñecas en silla de ruedas, rompiendo su romance eterno con Ken o tatuándose todo el cuerpo. Un desenfreno. 

Para finalmente llegar a hoy, cuando cualquier persona puede encontrar en las tiendas Barbies asiáticas, mestizas, afroamericanas, nativas… que representan la gran pluralidad racial y cultural en que vivimos, pero también la gran diversidad de género. Eso sí, siguen faltándoles algunas libras.