El 7 de diciembre de 1941, Japón atacó por sorpresa Pearl Harbor. El imperio quería evitar que la Flota del Pacífico de Estados Unidos frenara sus operaciones contra las colonias de Reino Unido, Francia, Países Bajos y el propio Estados Unidos en el Sureste Asiático.

353 aviones japoneses, bombarderos y torpederos despegaron para hundir tres cruceros, tres destructores, un buque escuela y un minador. Al final de la operación tuvieron una felicitación: la del dictador español Francisco Franco.

El ataque conmocionó al pueblo estadounidense y provocó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial un día después. La Alemania nazi y la Italia fascista también le declararon la guerra a Estados Unidos y España no fue tan lejos, pero se alió con el imperio nipón.

Los japoneses recurrieron a España para adquirir material de guerra porque el país se había declarado no beligerante, aunque estuviera bajo la tiranía de un régimen fascista. La colonia española en Filipinas medió para que los japoneses ocuparan el archipiélago.

ESPAÑA APOYÓ A LOS JAPONESES EN ESTADOS UNIDOS

Además, el ministro de Exteriores de la dictadura española, Ramón Serrano Súñer, se dedicó a representar y defender los derechos de los japoneses que vivían en Estados Unidos. Estaban sufriendo una fobia parecida a la que muchos rusos sufren hoy, con asaltos a sus haciendas y pérdida de trabajo.

En los años 80, muchos de esos japoneses tuvieron derecho a una indemnización, porque el país los había discriminado porsu identidad y no por su ideología. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos vieron bloqueadas sus cuentas corrientes y tuvieron que abandonar la costa oeste. Pero aquella felicitación y la colaboración posterior no duraron mucho tiempo.

Cuando Japón ocupó Filipinas, destruyó edifi cios y llegó incluso a matar a españoles que residían allí y que les habían facilitado la entrada. El nerviosismo invadió al gobierno de la dictadura franquista, que dejó de defender y proteger a los japoneses en Estados Unidos.

FRANCO SE POSICIONA CONTRA JAPÓN

En abril de 1943, Franco decidió abandonar en parte su neutralidad ante el confl icto, se mostró cercano a los aliados e insistió en la idea de derrotar a los japoneses porque eran “unos bárbaros”. Cuando las Filipinas consiguieron librarse del Imperio nipón, Franco volvió a mandar una felicitación, pero en este caso al presidente fi lipino, José Paciano Laurel.

Para evitar el ataque de Estados Unidos, la España de Franco publicó una nota ofi cial en contra de Japón e incluso entregó material militar en forma de barcos a la ofensiva contra el Imperio nipón. El Eje fascista de Alemania e Italia empezaba a ser derrotado y el franquismo quería sobrevivir a esa caída. Su baza: mostrarse abiertamente enemigo de Japón.

La jugada le fue favorable a Franco. Una vez terminada la guerra, los aliados descartaron atacar a la dictadura española e impulsar la democracia. El fascismo español se mantuvo en el poder hasta el fallecimiento de Franco, en noviembre de 1975.