¿Dónde quedó la Ciudad del Fraternal?

Cualquier persona que visite Filadelfia estaría convencido que no sólo es una Ciudad Santuario, sino un lugar donde todos caben.

Pero una investigación llevada a cabo por ProPublica y el Philadelphia Inquirer ha demostrado todo lo contrario.

“En ningún otro lugar del país los agentes (de Inmigración y Aduanas) han abrazado con más agresividad su nueva libertad que en Pennsylvania, West Virginia y Delaware”, explican los reporteros.

“En el 2017, la oficina del ICE de Filadelfia, con agentes desplegados en comunidades alrededor de la región de los tres estados, arrestaron más inmigrantes indocumentados sin condenas criminales que ninguna de las otras 23 oficinas del ICE en el país”, continúa el artículo publicado en la plataforma de ProPublica.

Anteriormente, habíamos publicado cifras en las que se demostraba que las Operaciones de Ejecución y Remoción (ERO, por sus siglas en inglés), son considerablemente más altas durante la Administración Trump que durante los dos períodos previos del gobierno de Barack Obama.

Las razones se amparan en un amplio abanico de nuevas estrategias, incluyendo el acoso y las irrupciones de los agentes del ICE en territorios no fronterizos, con redadas inesperadas en todo el territorio.

En Filadelfia, por ejemplo, los reporteros han determinado que las detenciones se llevan a cabo en edificios, restaurantes y vías rurales, aumentando en un 64% los arrestos sin cargos criminales.

“Los reporteros han obtenido y analizado datos no publicados que muestran los arrestos generales en cada una de las 24 oficinas regionales del ICE durante el 2017”, explica el reportaje. “Los análisis demuestran que una gran mayoría – 64% - de los inmigrantes arrestados en Pennsylvania, West Virginia y Delaware no poseían cargos criminales. Eso se compara con la minoría – 38% - en el país entero, aunque el porcentaje nacional tendió a aumentar durante el curso del año pasado”.

Los descubrimientos más importantes de los reporteros fueron los siguientes:

• Los oficiales del ICE bajo la jurisdicción de la oficinal regional de Filadelfia “barrieron” rutinariamente a todos los inmigrantes que se encontraban en la vía de manera aleatoria cuando se encontraban en búsqueda de alguien en particular; algo que llaman “arrestos colaterales” y que se ha convertido en el pilar de su “mano dura”.
• Expandieron de manera informal la definición de “extranjero criminal” para incluir inmigrantes que tenían multas de tráfico o que hubiesen cometido infracciones menores, como el vagabundeo.
• Retomaron casos que previamente habían descartado, utilizando los datos registrados en el sistema para detener inmigrantes que “anteriormente habían considerado inofensivos”.
• Se aprovecharon de la voluntad de funcionarios estatales y locales para llevar a cabo sus propias investigaciones migratorias informales, quienes llamaban al ICE y detenían inmigrantes por horas antes de que llegaran los agentes federales.
• Cruzaron líneas legales como el traspaso de la propiedad privada, registros y arrestos sin orden judicial, la caracterización racial, fabricación de evidencia, “e incluso la solicitud de sobornos”.

Los reporteros investigaron más de una centena de casos de inmigrantes casados con estadounidenses, recogedores, trabajadores agrícolas e incluso ciudadanos discapacitados, todos víctimas de estas nuevas y agresivas medidas.

Si bien ciudades como Los Angeles y Nueva York prosiguieron con sus operaciones “bajo las viejas reglas” después de la instauración de la orden ejecutiva de Trump, la oficina del ICE en Filadelfia, por el contrario, “salió con fuerza”.

Según continúa el reportaje, la oficina dio inicio a la llamada Operation Cross Check, que tenía en la mira a 255 objetivos, “70% de los cuales eran extranjeros criminales”, de acuerdo a la información obtenida por los investigadores a través de la Ley de Libertad de la Información.

“Para el duodécimo día, los agentes habían ubicado sólo 92 de sus supuestos objetivos pero inventaron casi todo el resto al arrestar a otros inmigrantes que se encontraron en el camino. Al final, consiguieron 248 personas de las cuales sólo el 35% tenía récord criminal”.