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WASHINGTON, DC - 13 DE JUNIO: Nancy Pelosi, líder de la minoría de la Cámara de Representantes, (D-CA) durante una conferencia de prensa celebrada por los demócratas de la Cámara de Representantes condenando a la administración de Trump por atacar la condición preexistente de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, en el Capitolio de los EE.UU. en Washington, DC. (Foto por Toya Sarno Jordan/Getty Images)
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El preámbulo a las elecciones presidenciales vuelve a tomar fuerza en el Capitolio después de que el presidente se haya sentido “exonerado” por el informe Mueller y los Demócratas hayan tenido que ajustar rumbo en sus campañas dentro de la Cámara.

Esta semana, el Departamento de Justicia anunció haber “cambiado de posición” con respecto a la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Affordable Care Act u Obamacare, como es comúnmente conocida).

El Departamento procedió a ponerse del lado de una sentencia previa por parte de un juez federal en Texas el año pasado, y aseguró que “toda la ley, y no sólo tres de sus partes, debería ser eliminada”, según reportó el New York Times.

Este es el segundo esfuerzo de la Administración Trump por desmontar Obamacare, después de haber fallado una primera vez en el 2017.

Sin embargo, la mayoría demócrata que existe ahora en la Cámara de Representantes ha reforzado sus posturas y prometió salvar la ley a toda costa.

Ante la decisión del gobierno, los demócratas desvelaron una propuesta que “ampliaría los subsidios a los seguros federales y revertiría los ataques de la Administración”, según explicó Vox.

Si bien la nueva propuesta pretende expandir los créditos fiscales disponibles, reducir los costos para familias de bajos ingresos, ampliar la elegibilidad y sortear los recortes presupuestarios del gobierno, la realidad política que se vive en el Congreso actualmente no permitirá que en su estado actual la propuesta sea aprobada.

Según explicó un asistente demócrata al medio, el Partido está consciente de la intransigencia bipartidista que existe frente al asunto, pero insistirán en tratar de “aprobar disposiciones individuales” a cuenta gotas, ejerciendo presión sobre los Republicanos y cumpliendo con su mayor promesa de campaña durante las elecciones de mitad de período.

Sin embargo, el riesgo para los estadounidenses sigue latente: de los 23 millones de personas que compran seguros de salud a través de los mercados establecidos por la ley (que suman alrededor de 11.4 millones) o reciben cobertura a través de la expansión de Medicaid (12 millones) un aproximado de 21 millones corren verdadero riesgo de quedarse sin cobertura de ser rescindido Obamacare.

Asimismo, más de 12 millones de adultos de bajos ingresos económicos que obtienen cobertura bajo Medicaid y gracias a la expansión de la ley del programa podrían verse afectados, explicó el Times.

La solución que se barajea en el Capitolio, por su parte, es exclusivamente política.

Mientras el presidente promete que el Partido Republicano será “el partido de la atención médica”, los demócratas – incluyendo los candidatos presidenciales para el 2020 - insisten en hacer campaña con Obamacare, a sabiendas que es un asunto “que resuena más con los votantes que la investigación de Mueller”, según explicó Associated Press.

Si la Corte Suprema decide rescindir la Affordable Care Act por completo, los Republicanos no tendrán un plan que le sustituya, y los demócratas se verán en el mismo juego trancado de siempre.