El juez distrital Reed O’Connor sentenció la semana pasada que las reformas contempladas en la Affordable Care Act (ACA), mejor conocida como Obamacare, son inconstitucionales, incluyendo la cobertura a las condiciones pre-existentes. Aunque esta sentencia será impugnada en tribunales de apelación, el riesgo de que se elimine la ley es latente. Ello implicaría que “entre 61 y 133 millones de personas con algún tipo de condición de salud pre-existente” perderían la cobertura médica, se verán obligados a pagar primas de seguros mucho más altas y estarán “sujetos a un tiempo de espera más largo”, según explicó un comunicado de prensa de la oficina del Senador Chuck Schumer al que AL DÍA tuvo acceso, y que cita las cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno (DHHS). Para la comunidad Latina en Estados Unidos, la situación es aún peor. Desde la implementación de ACA, alrededor de cuatro millones de Latinos adultos y 600.000 niños han obtenido cobertura médica, y esto se ha visto reflejado en la reducción de la tasa de Latinos sin cobertura que ha descendido en un 10.9% desde el 2013. Aunado a ello, nuestra comunidad cuenta con entre 8 y 20 millones de personas que viven con condiciones de salud pre-existentes que son contempladas por ACA. Durante las elecciones de mitad de período, la participación de la comunidad hispana en la votación incrementó en un 174%, según reportó The Guardian, y gran parte de la motivación detrás de los votantes se sostuvo en la prioridad que se le da a la cobertura médica. Fue precisamente esta participación la que colaboró de manera considerable en la victoria demócrata en la Cámara de Representantes, que tomará posesión durante la primera semana del año 2019. Esto tan sólo demuestra que las decisiones de miembros del Partido Republicano, como O’Connor, impulsarán a las comunidades de color a rechazar de manera aún más contundente todo lo que representa la Administración actual.