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Un residente de Detroit muestra su calcomanía después de votar en un lugar de votación en la Academia Edmonson en Detroit, Michigan, el 8 de marzo de 2016. Foto de archivo de Molly Riley / UPI
Un residente de Detroit muestra su calcomanía después de votar en un lugar de votación en la Academia Edmonson en Detroit, Michigan, el 8 de marzo de 2016. Foto de archivo de Molly Riley/UPI

La ola del Voto Latino en las Midterms

Las elecciones de mitad de período no sólo trajeron consigo una base demócrata profundamente diversa, sino que demostraron la importancia de la participación…

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Durante toda la campaña previa a las elecciones de mitad de período, un asunto estuvo en boca de todos: la participación de los votantes de origen Latino.

Tras la derrota de Hillary Clinton en el 2016, los Demócratas insistieron en no repetir errores y procuraron no dejar una demografía sin alcanzar.

Entre ellas, los 27.3 millones de votantes elegibles de origen Hispano que, según el Pew Research Center, conforman la base del llamado Voto Latino.

En AL DÍA hemos hecho insistencia desde el principio en que los Latinos somos la verdadera fuerza detrás del cambio, a pesar de haber sido pasada por alto constantemente en la política nacional.

Campañas como las del DCCC en Washington y la de candidatos como Beto O’Rourke en Texas demostraron un despertar de conciencia a nivel nacional, y un interés ansioso por conseguir el apoyo de estos casi 28 millones de votantes.

Las elecciones del día martes no sólo dieron como resultado a más de 30 nuevos Latinos en cargos públicos, sino que ahora el Congreso contará con 41 miembros de origen hispano.

Según explicó el Economic Times, “33 de los 44 candidatos Demócratas Latinos ganaron en las elecciones del día martes, mientras 6 de 15 candidatos republicanos cantaron victoria”.

Este nuevo panorama en la representación de la minoría racial más grande del país (que cuenta con 57 millones de Latinos en total) demuestra un aumento en la presencia de la voz hispana, y que podría fácilmente ser catalogada como voto castigo a las políticas anti-inmigrante de la Administración Trump.

Aunque los datos definitivos de estas elecciones no se conocerán hasta dentro de algunos meses, las cifras conocidas hasta el momento demuestran una participación masiva de Latinos el día martes.

Según explicó Lisa García Bedolla, profesora de educación y ciencias políticas en la Universidad de California (Berkeley), “hubo un aumento de casi el 120% en las boletas de votantes ausentes y anticipadas emitidas por los Latinos en comparación con el 2014”. Basándose en datos de la firma de investigación electoral Catalist, Bedolla concluye que “el 76% de esas solicitudes fueron de Demócratas fuertes”.

De igual manera, Bedolla expone que los resultados en contiendas como las de Texas o Florida no sugieren apatía en la participación Latina, sino precisamente todo lo contrario.

Si bien ambos estados concentran grandes poblaciones de Latinos y de candidatos de origen hispano, ni Beto O’Rourke ni Andrew Gillum lograron quedar electos.

Bedolla explica que “la redistribución de distritos en el Congreso, con la intención de suprimir los votos de las minorías, y la alta participación republicana fueron las razones (de estos resultados), no el bajo apoyo Latino”.

En resumen, la fuerza del Voto Latino ha sido confirmada, y las estrategias de alcance (campañas bilingües, políticas de base) demostraron que cuando se le presta atención a quienes conforman uno de los motores más importantes del país, cualquier cambio es posible.