Durante todo el verano, los manifestantes han gritado en las calles pidiendo justicia para Breonna Taylor. 

Ahora, los medios de comunicación de gran renombre centran su rostro para llamar la atención sobre la continua brutalidad policial que asola a los Estados Unidos. 

Pero la verdadera pregunta es, ¿lo hacen por la razón correcta? 

Según numerosos internautas, este tipo de atención no ayuda a cambiar las cosas. En lugar de aliarse, muchos ven la aparición de Taylor en la portada como una maniobra de marketing para una persona que aún no ha sido juzgada por su asesinato.

Cinco meses después de que Breonna Taylor fuera asesinada en su propia casa, no se han hecho arrestos o cargos. 

Los nombres de los oficiales involucrados son bien conocidos: Sargento John Mattingly, y los detectives Brett Hankison y Myles Cosgrove.

Pero como esos oficiales siguen libres, la imagen de Taylor ha sido puesta en la portada de las revistas para vender copias.

Sin embargo, aunque parezca marketing, la historia en Vanity Fair y la voz dada a su madre ha hecho provocado oleajes en medio de otro caso de brutalidad policial grabado esta semana.

En la entrevista épica, la madre de Taylor, Tamika Palmer, compartió más detalles del final de la luminosa vida de su hija. 

"Kenny me llama en medio de la noche. Dice: "Alguien pateó la puerta y le disparó a Breonna". Estoy muerta de sueño", es como comienza la historia

Palmer cuenta los eventos de esa noche. Su desesperación por ver a su hija, la cantidad de coches de policía en la calle de la casa donde le dispararon, la falta de respuestas de la policía y los detectives. Sólo había preguntas:

"¿Estaban involucrados en algo?" era una.

El artículo cuenta que a las 11 a.m., un oficial se acercó a Palmer y le dijo que la policía casi había terminado en la escena.

"¿Dónde está Breonna? ¿Por qué nadie dice dónde está Breonna?" Palmer siguió preguntando.

"Bueno, señora, todavía está en el apartamento", responde el oficial.

Palmer sabe lo que eso significa.

En la entrevista con Palmer se habla de su propia infancia, de cómo se quedó embarazada de Breonna, de sus aspiraciones y de cómo aprendió a conducir una motocicleta.

Cuando se trataba de Breonna... Palmer sabía que su hija quería ser enfermera. Además de ser un poco habladora en su adolescencia, también dijo que Taylor no tuvo problemas al crecer.

Al final de la vida de Taylor, la policía nunca permitió que Palmer viera a su hija después de su muerte. Se enteró de lo que pasó en las noticias.

Han pasado 160 días, y todavía no hay justicia. Una historia de portada para una gran revista, y aun así no hay justicia. Políticos como Kamala Harris hablan de la reforma policial, pero todavía no hay arrestos.