El viernes 27 de enero, el país se estremeció al ver las imágenes de la cámara de vigilancia del Departamento de Policía de Memphis que mostraban la brutal paliza propinada a Tyre Nichols, de 29 años, por cinco agentes negros durante un control de tráfico el 7 de enero. 

Nichols, trabajador de Fed-Ex y padre de familia, se convirtió en la última víctima negra de Estados Unidos de un atropello mortal. Murió tres días después, el 10 de enero, a consecuencia de las heridas. La madre de Nichols, RowVaughn Wells, declaró a la CNN que sufrió una parada cardiaca, insuficiencia renal y fractura de cuello. 

Los cinco agentes negros fueron despedidos la semana pasada, y el jueves 26 de enero un gran jurado presentó cargos contra los agentes -Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Emmitt Martin III, Desmond Mills Jr. y Justin Smith-, entre los que se incluyen secuestro, mala conducta oficial y opresión oficial, así como asesinato en segundo grado, según la fiscalía. Un sexto agente también ha sido relevado de sus funciones.

El fiscal del distrito de Memphis, Steven J. Mulroy, también declaró el jueves que los cinco hombres eran responsables de la muerte de Nichols, aunque cada uno desempeñara un papel diferente. 

"Las acciones de todos ellos provocaron la muerte de Tyre Nichols, y todos son responsables", declaró a los periodistas. 

Comparada con la infame agresión de la policía de Los Ángeles al motorista Rodney King en 1991, la muerte de Nichols plantea no sólo enormes señales de alarma, sino también interrogantes sobre cómo este país se encuentra, la mayoría de las veces, asesinando a ciudadanos negros y de otras comunidades de color cuando se enfrentan a la policía.

Tras la publicación del vídeo el viernes por la noche, ciudades de todo el país se prepararon para lo que pensaban que serían peligrosas protestas. En lugar de ello, muchos se reunieron en manifestaciones mayoritariamente pacíficas en varias ciudades de Estados Unidos, entre ellas Memphis, donde los manifestantes bloquearon el puente de la interestatal 55 que lleva el tráfico sobre el río Misisipí en dirección a Arkansas. 

De vuelta en la capital del país, los manifestantes se reunieron en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca y cerca de la plaza Black Lives Matter. Los manifestantes también bloquearon el tráfico mientras entonaban cánticos y marchaban por las calles de Nueva York, Los Ángeles, Seattle, Detroit y Portland (Oregón). Filadelfia también celebró una protesta el viernes por la noche en el Ayuntamiento. 

El presidente Joe Biden emitió un comunicado tras la publicación del vídeo en Vimeo el viernes por la noche, en el que afirmaba sentirse "indignado" y "profundamente dolido" al ver el vídeo de la paliza a Nichols. 

"Es otro doloroso recordatorio del profundo miedo y trauma, el dolor y el agotamiento que los estadounidenses negros y morenos experimentan cada día", dijo Biden. 

Añadió que hay que hacer algo para garantizar que el sistema de justicia penal pueda funcionar como se promete, una justicia justa e imparcial, un trato igualitario y dignidad para todos, y pidió al Congreso que actúe ya -señalando la Ley George Floyd de Justicia Policial-. 

"Por eso pedí al Congreso que me enviara la Ley George Floyd de Justicia Policial", dijo Biden. "Cuando los republicanos del Senado bloquearon ese proyecto de ley, firmé una orden ejecutiva que exigía normas más estrictas sobre el uso de la fuerza y disposiciones sobre la rendición de cuentas de las fuerzas del orden federales, así como medidas para reforzar la rendición de cuentas a nivel estatal y local." 

En el vídeo de Memphis, se ve a Nichols ser golpeado repetidamente con los puños, las botas y las porras de los agentes mientras gritaba llamando a su madre. En un momento dado, cuando Nichols consigue huir, se ve cómo los agentes lo persiguen y continúan golpeándolo, dejándolo en la acera contra un coche de policía mientras los agentes lo celebran. 

El terrible incidente ha suscitado la atención nacional de diversas organizaciones de derechos civiles, cargos electos e incluso deportistas como LeBron James a la cabeza. 

El departamento de policía de Memphis ya ha disuelto la unidad policial especializada implicada en la muerte de Nichols, conocida como SCORPION, la Operación de Delitos Callejeros para Restaurar la Paz en Nuestros Barrios, un equipo de 40 personas creado por primera vez en 2021 para ayudar a combatir los crecientes índices de delincuencia. 

El Departamento de Justicia y la Oficina de Campo de Memphis del FBI también están investigando si se violaron los derechos civiles de Nichols, mientras que los miembros del Congreso aún no han descartado una investigación federal sobre todo el departamento de policía de la ciudad.