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Los objetos patrimoniales procedentes de Barcelona son uno de los principales logros de la campaña #MiPatrimonioNoSeVende. Foto: Gerardo Torres. INAH
Los objetos patrimoniales procedentes de Barcelona son uno de los principales logros de la campaña #MiPatrimonioNoSeVende. Foto: Gerardo Torres. INAH

'Mi Patrimonio No Se Vende': cómo México intenta recuperar su patrimonio cultural

El gobierno mexicano tiene en marcha una campaña social para recuperar antigüedades y obras de arte en manos de coleccionistas privados en todo el mundo

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A mediados de julio el gobierno mexicano anunció la recuperación de más de 2.500 piezas arqueológicas e históricas que estaban en manos de una familia en la ciudad española de Barcelona que las retornó de forma voluntaria.

La recuperación de esos objetos, que datan desde el periodo preclásico de la cultura tlatilca, representan el mayor éxito logrado hasta ahora por la campaña social puesta en marcha hace unos años por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ANLO, quien tiene como "prioridad" recobrar el patrimonio histórico y cultural del país. 

Bajo el lema #MiPatrimonioNoSeVende, la campaña del gobierno mexicano ha logrado recuperar cerca de 9.000 piezas que se encontraban en el extranjero de forma ilegal desde el año 2018, convirtiéndose en un éxito de referencia internacional para países que han sufrido expolio cultural, como Camboya o Irak. 

Estamos hablando “de la restitución de la dignidad de aquellos que siempre han estado despojados y discriminados, de las culturas que han resistido 500 años y que están vivas, y que merecen reconocerse en la grandeza de su pasado”, aseguró la  la secretaria de cultura Alejandra Frausto Guerrero en la nota de prensa emitida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde fue entregada la colección de antigüedades de la familia de Barcelona. 

En ese sentido, Frausto explicó que se está “trabajando a través de tres estrategias: entrega voluntaria, es decir, concientizar, insistir, con quienes son los, o tienen los derechos o la propiedad de diferentes tipos de colecciones. Segundo, los decomisos, que son vía la ley. “Y tercero, la cancelación de subastas, que esto no se había hecho, no se había logrado hasta ahora, de esta etapa”.

Precisamente, en mayo de este mismo año, México intentó detener una subasta de la casa de ventas francesa Cornette de Saint Cyr en París, donde se planeaba subastar  30 piezas arqueológicas teotihuacanas y de culturas originarias del sur de la República Mexicana.

“El Gobierno de México seguirá exigiendo no lucrar con la identidad de los pueblos originarios”, escribió Frausto en su cuenta de Twitter para llamar la atención de la casa de subastas.

Otro logro reciente de esta campaña para recuperar el patrimonio histórico mexicano a nivel global fue el hallazgo de un par de estatuillas de cerámica de 2.000 años de antigüedad en un almacén de Estocolmo, que habían sido utilizadas hace décadas para anunciar el licor mexicano Kahlúa, propiedad de la empresa sueca Absolut Vodka.

La empresa informó del hallazgo a la Embajada mexicana, que enseguida se puso en contacto con antropólogos del país para verificar su valor y empezar a gestionar su retorno, según informaba esta semana el periódico The Wall Street Journal. 

El gobierno nacionalista de AMLO no solo ha lanzado la campaña social #MiPatrimonioNoSeVende, diseñada por la primera dama Beatriz Gutiérrez Müller, sino que ha creado un equipo especial de la Guardia Nacional dedicado a la recuperación de artefactos precolombinos robados, que sigue el modelo de una unidad de la policía nacional italiana.