LIVE STREAMING
Más del 30% de los estudiantes de la Universidad de California en Riverside son latinos. Photo: KPCC.
Más del 30% de los estudiantes de la Universidad de California en Riverside son latinos. Photo: KPCC.

UC Riverside impulsa un centro de investigación sobre la comunidad latina en el sur de California

Con una mayoría de estudiantes latinos en su sistema universitario, este centro estará destinado al estudio del racismo y las prácticas lingüísticas en el…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Luto en Colombia

Piñatas para todos

Un latino en las estrellas

Un verdadero líder hispano

Embajador cultural latino

El G.O.A.T. llega a Fili

In Unison exposición

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

La Universidad de California en Riverside inaugura este mes de febrero un centro de investigaciones especializado en temas latinos, sobre todo centrados en la comunidad del sur de California, como parte de un esfuerzo dentro del ámbito académico por arrojar nueva luz sobre la comunidad.

El encargado de liderar la institución pionera en muchos sentidos es el profesor asociado del Departamento de Estudios Étnicos de la UCR, el Dr. Alfonso Gonzalez Toribio, quien señaló a The Press Enterprise que este es uno de los pocos institutos en su categoría dentro del sistema de la UC.

Lo cual no deja de ser curioso, teniendo en cuenta que los latinos representan la mitad de la población del Inland Empire y una parte creciente del alumnado. 

Según Juliet McMullin, decana interina de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, el nuevo Centro de Investigación de Estudios Latinos y Latinoamericanos se dedicará tanto a examinar la diversidad lingüística y peculiaridades de los latinos en el sur de California como a revisar el racismo sistémico al que se enfrentan. 

Sobre todo en un momento en que ciudades como Los Ángeles, a tan sólo unos pocos kilómetros de Riverside y San Bernardino, están acaparando las miradas de todo el país mientras la pandemia de COVID-19 pone de relieve el racismo muchas veces encubierto los oropeles de la gran metrópolis.  

"El objetivo de nuestro nuevo centro es estudiar y preservar la experiencia latina en la IE porque nuestra experiencia importa", declaró Gonzales Toribio, quien añadió que "cuando era un niño que crecía en Mira Loma no conocía a nadie de mi barrio que fuera a la UCR. La primera vez que vi el campus, cuando estaba en 9º grado, pensé que era un parque. Queremos cambiar eso". 

El investigador, que junto a su hermana fueron los primeros de su familia en graduarse de la Secundaria y asistir a la universidad, se licenció en Estudios Latinoamericanos en 2001 y recordó que “era tan pueblerino de Mira Loma que tenía miedo de ir a la UCLA”, pero acabó impartiendo clases en la Universidad de Nueva York tras obtener un máster y doctorarse. 

De vuelta a Riverside, en 2015, González encontró la región en plena transformación demográfica con los latinos convertidos en el mayor grupo étnico del Inland Empire y un alumnado mestizo que ha pasado de poco más de un centenar en 1968 a los más de 10.000 de la actualidad en la UCR.

De hecho, el 38,3% del alumnado de la UCR es latino, en contraste con un 30,4% de estudiantes asiáticos y un escaso 13% de blancos. 

González Toribio remarcó que cuatro décadas atrás este amplio porcentaje de alumnos racializados habría sido impensable, ya que la mayoría de familias latinas se concentraban en vecindarios como el de Casa Blanca y eran tratadas como “una nota a pie de página”.

Por su parte, la profesora asistente de Lingüística Española, Claudia Holguín Mendoza, será la co-investigadora principal del nuevo centro de investigación. 

El centro establecerá relaciones con las comunidades, abriendo a su vez una oficina satélite en una de ellas, según explicó el profesor a The Press Enterprise. 

"Queremos sostener el espejo de estas comunidades para que puedan verse a sí mismas y ver la belleza, la complejidad, la riqueza cultural y también su importancia política, económica y social para el Inland Empire", concluyó. 

El centro ha sido posible gracias a una subvención de 2,9 millones de dólares de la Fundación Andrew W. Mellon, que financiará el proyecto de investigación de tres años.