La protesta había sido convocada el lunes por la Red Feminista de Quintana Roo (México) por el feminicidio de tres mujeres durante el fin de semana; la última de ellas, “Alexis”, había desaparecido el 7 de noviembre y su cuerpo fue encontrado el domingo dentro de una bolsa de plástico en una barriada de Cancún. 

Los manifestantes, alrededor de 2.000 jóvenes que pedían justicia para Alexis, se congregaron frente al Palacio Municipal de la ciudad mexicana y habían prendido fuego a unas maderas frente a las puertas de acceso al edificio y roto algunas ventanas, con la pretensión de acceder a su interior para pedir explicaciones a las autoridades.

Entonces, medio centenar de agentes encapuchados, con armas de larga distancia y chalecos antibalas se personaron en la plaza y empezaron a cargar contra la multitud que, al oír silbar las balas, corrió despavorida mientras la policía continuaba con los disparos y la persecución. Hasta cuatro periodistas que cubrían la protesta fueron heridos; entre ellos, el reportero del diario La Verdad Roberto Becerril, al que dispararon en un hombro, y Cecilia Solís, de Radio Turquesa, que recibió una bala en el pie. 

Según los numerosos testigos, los agentes detuvieron, golpearon e incautaron las cámaras y los teléfonos de quienes pretendían registrar la agresión de las fuerzas de la ley fuera de control.

“Cuando empezaron los balazos la policía tenía bloqueados los dos principales accesos a la plaza para no dejarnos marchar”, le contó el reportero del diario Novedades, Alex Castro, a EL PAÍS. Mientras que su compañera, la fotógrafa Paola Chiomante, todavía aportaba un relato más escalofriante, explicando que había agentes disparando desde la azotea y que escuchó cómo los que estaban abajo gritaron al llegar a la plaza: “Ahora si van a valer madres las pinches mujeres”.

Tras los iniciales titubeos de las autoridades, que intentaban sacudirse rápidamente la responsabilidad, el secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Alberto Capella, que había informado vía Twitter de que abriría una investigación para esclarecer lo sucedido, fue cesado en su cargo después de pedir disculpas. También ha sido apartado el director de la policía municipal de Cancún, Eduardo Santamaría, quien en última instancia dio instrucción de disparar al aire para dispersar la protesta, y se está investigando a otros policías.

Al menos así lo ha anunciado el gobernador del estado, Carlos Joaquín González; mientras que la alcaldesa de Cancún, Mara Lezama, hizo un comunicado asegurando que “en mi carácter de presidente municipal jamás ordenaré ningún tipo de represión en contra de la ciudadanía. He dado instrucciones precisas para que se realicen las investigaciones correspondientes”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró ayer martes que los culpables deben ser castigados. “No se deben utilizar armas, disparar, eso tiene que ver con actitudes autoritarias que no se acomodan a los nuevos tiempos; entonces, no a la represión", anunció en una conferencia de prensa. AMLO añadió que había dado instrucciones al gobernador para que no hubiera agresiones ni armas en las marchas y pidió una investigación que ya está en curso.

Según la Fiscalía de Quintana Roo, desde inicios de año se han producido una docena de feminicidios en el estado, que se suman  los 34.000 homicidios dolosos y más de mil feminicidios registrados en todo el país durante el pasado año.