FIFA president Gianni Infantino presents US President Donald Trump with the new FIFA Club World Cup official ball in the Oval office of the White House, in Washington, DC, on March 7, 2025. (Photo by Jim WATSON / AFP)
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, entrega al presidente Donald Trump, el nuevo balón oficial de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en Washington, DC, el 7 de marzo de 2025. (Foto de Jim WATSON / AFP)

¿Alta tensión geopolítica en el Mundial de fútbol?

Los tres organizadores están enfrentados por razones comerciales y geopolíticas. ¿Tendrá esto alguna repercusión en el evento deportivo más importante de 2026?

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Arde Suramérica

El futuro de James

¡América saca ventaja!

L.A. Galaxy: nuevo título

Mundial de fútbol de clubes

Así van las eliminatorias

Mundial de fútbol en México

COMPARTE ESTE CONTENIDO:

Paulatinamente, se están definiendo las selecciones que van a participar de la próxima Copa del Mundo. Ya hay cuatro clasificados adicionales a los tres anfitriones. Los clasificados en franca lid son Argentina, Nueva Zelanda, Japón e Irán. Estados Unidos, México y Canadá clasifican por ser los organizadores.

Se trata de la Copa Mundial de la FIFA más ambiciosa de la historia con 48 equipos y 104 partidos— enfrenta un desafío inesperado. Y estamos ya a solo 15 meses del pitazo final en el Estadio Azteca de México.

Pero mientras las eliminatorias avanzan, está emergiendo una realidad inocultable: las crecientes tensiones geopolíticas entre sus tres anfitriones. Lejos de la promesa de “Unidad y Certeza” que proclamaba la portada de la candidatura conjunta en 2017, el escenario actual está marcado por disputas comerciales, amenazas fronterizas y un clima de desconfianza entre Estados Unidos, México y Canadá.

El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha sido un factor central en este giro. Según un extenso artículo de The Guardian firmado por Leander Schaerlaeckens y publicado este 27 de marzo de 2025, el mandatario ha reactivado una guerra comercial intermitente con Canadá y ha amenazado con medidas similares contra México. Además, ha retomado su retórica agresiva sobre militarizar la frontera sur y, en tono provocador, ha sugerido la anexión de Canadá como “el estado 51”. Esta escalada política se da en un momento en que millones de fanáticos de todo el mundo planean su asistencia al torneo, que se celebrará en 16 ciudades de los tres países.

¿Una Copa con aduana?

La complejidad logística del torneo ya era considerable: cruzar fronteras entre partidos será necesario para muchas selecciones, medios de comunicación y aficionados. Pero la situación se complica aún más con las posibles restricciones migratorias impulsadas por el gobierno estadounidense.

De acuerdo con The Guardian, la administración Trump está considerando implementar un nuevo veto migratorio, similar al “Muslim Ban” de 2017, que podría afectar a ciudadanos de hasta 41 países. Entre ellos se encuentran naciones como Irán (ya clasificada), Venezuela y Sudán, todos potenciales participantes. Incluso si jugadores y delegaciones logran tramitar sus visados con apoyo diplomático, los hinchas comunes se enfrentarán a esperas y trámites impredecibles. "Los tiempos de espera en embajadas americanas de países como Turquía y Colombia ya superan el tiempo restante hasta el torneo", advierte el medio británico.

Otro desafío es la coordinación de seguridad. The Guardian reveló que cada ciudad estadounidense ha tenido que contratar a sus propios cabilderos para solicitar al gobierno federal 625 millones de dólares en fondos de seguridad. La FIFA, que habitualmente trabaja con un comité organizador nacional, ha optado por una estructura descentralizada: supervisa directamente los 16 grupos locales sin una autoridad unificada, lo que complica aún más la interlocución con un gobierno federal en proceso de recorte y reorganización interna.

En medio de todo esto, el presidente Trump parece ver en el conflicto una oportunidad mediática. Durante una comparecencia con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, el mandatario aseguró que “la tensión es algo bueno, creo que hace que el torneo sea mucho más emocionante”, según reportó la BBC. Lo dijo poco después de firmar una orden ejecutiva para crear un grupo de trabajo que él mismo presidirá y que coordinará la logística del Mundial.

Grandilocuencia e incertidumbre

Lo cierto es que, aunque los organizadores insisten en que todo está bajo control, la situación es volátil. Estados Unidos albergará 78 partidos, mientras que México y Canadá se repartirán 13 cada uno. Esto no solo acentúa el desequilibrio en la distribución del evento, sino que también refuerza la percepción de que Washington tiene más peso —y, por tanto, más capacidad para imponer su visión— en esta Copa del Mundo.

“El torneo tenía como objetivo acercar a los pueblos de América del Norte”, recordó Sunil Gulati, expresidente de la US Soccer y artífice de la candidatura, en declaraciones recogidas por The Guardian. En su momento, la apuesta por un Mundial tripartito se interpretó como un gesto de diplomacia deportiva frente al impulso nacionalista de Trump y su famoso muro. Hoy, el muro sigue en pie, la hostilidad ha aumentado y la promesa de unidad parece lejana.

¿Impacto deportivo?

Hasta el momento, ni la FIFA ni las federaciones han sugerido que estas tensiones vayan a alterar el calendario deportivo. Pero las consecuencias podrían sentirse en la asistencia de fanáticos, en la movilidad de medios internacionales y en la imagen global del torneo. La anécdota del actual seleccionador de Estados Unidos, Mauricio Pochettino —quien bromeó recientemente con que aún no le han entregado la green card— ilustra la desconexión burocrática que podría escalar en algo más serio si no se toman medidas.

La Copa del Mundo 2026 sigue siendo una oportunidad única: una vitrina para América del Norte y un evento de reconciliación continental. Pero la diplomacia del balón no es inmune a la geopolítica, y este torneo podría convertirse en el primero en que los goles compitan con las tensiones internacionales por el protagonismo.

  • DEJE UN COMENTARIO:

¡Únete a la discusión! Deja un comentario.