Desde que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México el 1 de octubre de 2024, su gestión de la relación con Donald Trump ha sorprendido tanto a aliados como a detractores. Pese a sus diferencias ideológicas, la mandataria mexicana ha logrado mantener una diplomacia pragmática que le ha valido el reconocimiento de otros líderes internacionales, e incluso, el beneplácito del propio Trump.

El 20 de enero de 2025, Trump inició su segundo mandato con una retórica hostil hacia México, declarando la "emergencia nacional" en la frontera sur y prometiendo deportaciones masivas. Frente a esto, Sheinbaum respondió con un enfoque calculado, evitando confrontaciones públicas innecesarias y optando por la negociación directa. "Es importante siempre mantener la cabeza fría", declaró Sheinbaum, diferenciándose de líderes como Gustavo Petro, quien optó por una postura de choque con Washington.

Esta estrategia le ha permitido esquivar conflictos mayores. Mientras otros países se han visto envueltos en disputas con Trump, Sheinbaum ha logrado mantener la estabilidad diplomática e incluso obtener concesiones.

Negociaciones y Concesiones

En febrero de 2025, la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos amenazaba con desatar una crisis comercial. A diferencia de Canadá, que respondió con represalias inmediatas, Sheinbaum optó por dilatar la respuesta, organizando un mitin para anunciar medidas de contrapeso mientras su equipo buscaba persuadir a la administración Trump de postergar la aplicación de los aranceles. La estrategia resultó efectiva: Trump otorgó una prórroga y, más tarde, redujo el alcance de las tarifas.

En materia de seguridad y migración, Sheinbaum ha reforzado la cooperación con EE.UU. sin ceder soberanía. Su gobierno ha desplegado 10,000 efectivos en la frontera y realizado decomisos históricos de fentanilo, lo que le ha permitido presentar a México como un socio confiable en la lucha contra el narcotráfico. Al mismo tiempo, ha exigido a Washington mayor control sobre el tráfico de armas hacia México, equilibrando las demandas de Trump con exigencias propias.

La "Whisperer" de Trump

Medios estadounidenses, como The Washington Post, han llamado a Sheinbaum "la Trump whisperer", por su capacidad para manejar al presidente estadounidense sin confrontarlo directamente. Su enfoque ha sido reconocido por líderes internacionales, como el canciller alemán Olaf Scholz, quien elogió su templanza en las negociaciones.

Sheinbaum ha demostrado que, en lugar de ceder o desafiar abiertamente a Trump, es posible gestionar la relación con firmeza pero sin provocar escaladas innecesarias. Su combinación de pragmatismo y calma ha permitido a México sortear crisis que, en otros tiempos, podrían haber derivado en sanciones o medidas más agresivas de parte de EE.UU.

Aunque Sheinbaum ha logrado avances notables, su desafío no ha terminado. La tregua arancelaria expira en abril de 2025 y la presión de Trump sobre México en temas migratorios y de seguridad continuará. Según expertos, Sheinbaum ha logrado "esquivar una bala", pero Trump aún tiene "un arma cargada apuntando a México".

El tiempo dirá si la estrategia de la presidenta mexicana se traduce en un modelo efectivo para manejar a Trump en el largo plazo. Por ahora, ha demostrado que, con una combinación de frialdad, prevención y firmeza, es posible mantener a raya al polémico mandatario estadounidense sin sacrificar los intereses nacionales.

Con información de AFP.