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Maya Zapata (left) and Tenoch Huerta (right). Photos: amor 10.79 (left), Twitter- @TenochHuerta (right)
Maya Zapata (izquierda) and Tenoch Huerta (derecha). Fotos: amor 10.79 (izquierda), Twitter- @TenochHuerta (derecha)

El racismo y el clasismo, dos cuestiones importantes olvidadas en México

Los iconos culturales mexicanos han utilizado sus relatos de los medios sociales para sensibilizar sobre dos temas arraigados en la cultura latinoamericana.

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El debate contra el racismo se ha extendido por todo el mundo desde la muerte de George Floyd a manos de la brutalidad policial. México, al igual que muchos otros países, se unió al movimiento mientras ignoraba las cuestiones raciales que existen en el país. 

Los mexicanos se involucraron en las protestas olvidando los problemas raciales que siguen sin resolverse en el país, como la muerte de Giovanni López en Jalisco hace un mes.

Según un malentendido común, el racismo no es un problema real ya que los mexicanos son todos productos de la mezcla racial que tuvo lugar durante su conquista.

A esto, Milena Dovali, coordinadora de OXFAM México, argumenta que la "pigmentocracia" es real porque, como explica, "asigna posiciones sociales basadas en la apariencia física de las personas". 

Entre los actores que han alzado la voz sobre este tema está Maya Zapata, ganadora del Premio Ariel (De la Calle, Gerardo Tort, 2002).

"No somos especialistas. Simplemente estamos abriendo una brecha para que las voces más afectadas sean escuchadas", dijo Zapata a Sin Embargo MX.

Ante estas iniciativas, los blancos y los privilegiados han argumentado que también han sufrido lo que han llamado "racismo inverso". En otras palabras, segregación racial por su color de piel claro.

En su libro México Racista (Grijalbo, 2016), el antropólogo e historiador Federico Navarrete explica que se trata de un "concepto equivocado", porque sólo podría ser válido si "las posiciones de poder estuvieran ocupadas por personas no blancas". 

El racismo es un fenómeno sistémico y estructural que subyuga a todo lo que no sigue las normas sociales. En el caso de muchos países de América Latina y México, eso es todo lo que se relaciona con las culturas indígenas. 

"El hecho de que a los blancos se les cobre más que a los indígenas cuando van al supermercado no es un acto de racismo inverso, [es] un intento de quitarles algunos de sus privilegios inherentes", escribe en la activista de la lengua Verne, Yasana Elena Aguilar.

Otra iniciativa que se ha presentado es un documental de El País, llamado El Racismo que México no quiere ver. El documental es narrado por el actor Tenoch Huerta, conocido por su papel en Narcos México (2018), y habla de los problemas étnico-raciales que se refuerzan con la dinámica social cotidiana. 

"En México es más fácil hablar de política, de fútbol o de religión, antes que de racismo", afirma Huerta en un intento por destacar y exponer el problema.

La película presentada por El País está disponible en Youtube y ofrece estadísticas sobre la creciente discriminación contra las personas por el color de su piel y su herencia.

"Uno de los ámbitos en los que hay que desarrollar prácticas antidiscriminatorias es en la cultura popular, donde se quiere reproducir modelos blancos que no representan la realidad social del país", apunta el sociólogo e investigador Patricio Solís para El País

El objetivo de estas iniciativas es convertir temas como el racismo o el clasismo en debates públicos para que la gente pueda cuestionar los privilegios que tienen ciertos grupos y dejar de reproducir estas acciones.