Un barrio pobre de Ciudad de México revive juego de pelota precolombino
La cancha de ullamaliztli es una réplica de las antiguas canchas precolombinas, completada con un tradicional aro de mampostería en las dos paredes de piedra,…
Residentes del distrito de Azcapotzalco, al norte de la ciudad de México —una de las areas más empobrecidas de la ciudad— juegan ahora el juego de pelota precolombino conocido como ullamaliztli, y lo hacen más de 500 años después de su desaparición.
“Es muy importante, porque esta es una zona conflictiva y le estamos dando a sus residentes una alternativa de vida”, dijo a EFE Juan, el coordinador del proyecto Xochikalli (Faro Poniente Xochicalli), que ya ha llevado a cabo varios programas de rehabilitación con el objetivo de recuperar las raíces culturales de esta zona, a través de una variedad de talleres y actividades.
La cancha es una réplica de las antiguas canchas precolombinas, completada con un tradicional aro de mampostería que construyeron en las dos paredes de piedra, de igual altura, que flanquean el campo. La única diferencia es que esto está ubicado en uno de los barrios pobres más grandes de Latinoamérica.
La publicación Aztec History sostiene que el ullamaliztli es una revisión del juego maya original, y que este juego fue una prioridad para el imperio Azteca.
Ollin, un promotor cultural y el entrenador, dice que el objetivo principal del encuentro es “jugar a la pelota” y divertirse. Se anotan puntos cuando cada equipo —cada uno integrado por cuatro jugadores, aunque el número puede variar— lleva la pelota de goma dura de tres kilos (6,6 libras) la cancha del equipo contrario.
CONTENIDO RELACIONADO
Encestar la pelota en el aro de piedra de tres metros de alto (9,8 pies) implica, sin embargo, una victoria adicional, una proeza que requiere de un “entrenamiento arduo”, dijo Ollin,
Según la publicación Somos CDMX, jugar a la pelota era para los indígenas ancestrales mayas “símbolo de vida, muerte y reencarnación”. La publicación agrega que el máximo de jugadores por equipo llegaba a cinco y que el objetivo final era, en efecto, pasar la pelota a través de los aros de piedra que había cada lado de la cancha, pero usando solo las caderas. “Se cree que en un principio, las canchas no tenía aros en sus extremos. El objetivo del juego era más simple: no dejar que cayera la pelota ya que representaba el sol”.
Antes de cada partido, los participantes llevan a cabo un ritual Mesoamericano en el ocaso, que incluye encender incienso, tocar los tambores y soplar conchas marinas para generar sonido con ellas.
La mitad de los 32 estados mexicanos tienen equipos de ullamaliztli, pero llegar a jugarlo es complicado por la escasez de locaciones para practicarlo. Ello fuerza a la mayoría de los jugadores a improvisar canchas provisionales.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.