Una narración constante a lo largo de la presidencia de Donald Trump detalla las redadas del ICE en comunidades de inmigrantes en todo el país y las malas condiciones de vida de los detenidos en centros a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México y en otros lugares. 

En la cárcel del condado de Bergen, en Hackensack, Nueva Jersey, nueve de los 200 detenidos por el ICE se han declarado en huelga de hambre, y el 1 de diciembre cumplen 19 días. 

Los detenidos están llevando a cabo la protesta para arrojar luz sobre las malas normas de salud y seguridad en la cárcel, y Covid-19 sólo ha exacerbado los problemas.

En respuesta, un grupo de manifestantes está ahora fuera de la cárcel todos los días en apoyo de los detenidos en huelga de hambre. 

Gabriela Puche, uno de los miembros de la Coalición de Nueva York/Nueva Jersey para la Abolición del ICE habló con AL DIA sobre las manifestaciones y la experiencia de estar todos los días fuera de la cárcel para apoyar a los que están dentro.

Puche compartió que el primer detenido que se puso en huelga de hambre fue hace más de dos meses, y fue liberado hace casi tres semanas. Añadió que las condiciones que la gente está enfrentando son abismales. 

Para que un detenido bajo custodia del ICE sea considerado en huelga de hambre debe rechazar nueve comidas consecutivas.

"Se les ha negado el agua, están bebiendo de los baños. No tienen calefacción, hay una infestación de ratas, hay moho. Están lidiando con las repercusiones en la salud de COVID", dijo.  

Puche también dijo que algunos de los detenidos han sido hospitalizados en el transcurso de las últimas semanas, pero que han sido traídos de vuelta inmediatamente una vez que se han recuperado. 

El condado de Bergen recibió un contrato multimillonario para retener a los inmigrantes indocumentados mientras esperaban sus audiencias en el tribunal. 

Para que un detenido bajo custodia del ICE sea considerado en estado de huelga de hambre, esa persona debe rechazar nueve comidas consecutivas dadas por el centro de detención. Esto incluye la compra de comida en el economato, según el sitio web oficial de ICE.

Como los americanos, con la COVID-19 o sin ella, se preparan para otra temporada de vacaciones junto a sus familias, pero los detenidos del ICE no tienen la misma fortuna. Se mueren de hambre para salir de las horribles condiciones, todo porque no tienen papeles que les den un "estatus".