Qué hay detrás de las amenazas de asalto al Capitolio este 4 de marzo
La Cámara se vio obligada a cancelar su sesión de hoy jueves por un “posible complot”, según anunció la Policía del Capitolio. ¿Por qué QAnon cree que este 4…
Apenas dos meses después de que una horda de extremistas leales a Trump asaltase el Capitolio causando cientos de heridos y cinco muertos, el servicio de Inteligencia alertó a la policía de que los seguidores de QAnon pretenden volver a la carga este jueves 4 de marzo.
Según informó NYT, la sesión de la Cámara de hoy se pasó para el miércoles para que los altos representantes pudieran salir de la ciudad como medida de seguridad y se acordonase policialmente el perímetro,
Ahora bien, ¿qué hay de real en todas estas ideas complotistas que esperan y anuncian que Trump “volverá al poder” en cuestión de unas horas y que incluso han llevado a los pastores de las iglesias a luchar en sus sermones contra el azote de las conspiraciones de Internet?
En un mundo normal -si es que la palabra “normal” sigue teniendo sentido-, las elecciones de 2024 son el momento idóneo para un relevo en el gobierno. Pero en tiempos de conspiraciones la razón deja su lugar a la superstición.
Como en los anuncios mesiánicos, algunas facciones de QAnon están convencidas de que Trump volverá a ser presidente hoy amparándose en un viejo corpus legal que han interpretado a su antojo.
Según la reportera de BBC Shayan Sardarizadeh, los seguidores de este movimiento creen que Estados Unidos pasó de ser un país a una conspiración tras la aprobación en 1871 de la Ley Orgánica del Distrito de Columbia -cuando el distrito pasó a convertirse en corporación municipal.
Esta “imaginativa” teoría fue urdida por el movimiento de ciudadanos soberanos, una facción del grupo extremista que se opone a las leyes federales e incluso a la moneda, argumentando que son una cortapisa a los derechos individuales.
De esa forma, los seguidores sostienen que todas las leyes, enmiendas e incluso presidentes investidos después de 1871 son ilegítimos -incluyendo, claro está, al propio Biden.
Al rebuscar en el pasado, las asociaciones libres de ideas están servidas. Cuando se aprobó la vigésima enmienda de la Constitución, en 1933, el juramento del presidente y del congreso pasó a celebrarse en el mes de enero, pero antes todas las tomas de posesión tenían lugar los 4 de marzo.
Así que tras el fallido intento de asalto del Capitolio, los creyentes en que Donald está librando una guerra secreta contra una élite de pedófilos y satanistas esperaban que el 20 de enero fuera “el día de la verdad”, pero no ocurrió. Entonces buscaron en esta nueva fecha un rayo de esperanza a su mesianismo de derechas.
“El verdadero POTUS no puede volver a la oficina lo suficientemente rápido. El 4 de marzo a más tardar… Por favor, Dios”, rezaba un comentario en un canal de Qanon en Telegram.
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Conforme el mensaje se fue extendiendo, influencers de todo pelaje inventaron sus propias teorías, llegando a sugerir otras pistas en la Ley Orgánica de 1871.
Entre ellas, que los dígitos de la ley suman 17, un número simbólico para QAnon -la “Q” es la decimoséptima letra del alfabeto inglés.
Por supuesto, también se han producido otras sorprendentes interpretaciones que parecen “psicología inversa”.
Algunos influencers de Q-Anon han hecho un llamamiento para que sus partidarios se queden en casa, asegurando que son los medios y ese llamado “estado profundo” quienes están alentándoles a la violencia de forma tramposa.
“Quédense en casa, manténganse a salvo”, alertaban en un foro de QAnon a sus adeptos.
Aunque los expertos aseguran que parece poco probable que estas amenazas se cumplan, los seguidores siguen estrujando el calendario en busca del “Día D”. ¿Finales de marzo? ¿Abril? ¿Las próximas elecciones?
El representante de Texas Michael McCaul declaró el miércoles a CNN que “el presidente Trump tiene la responsabilidad de decirles que se retiren (a los conspiradores). Esta amenaza es creíble. Es real. Es un grupo de milicianos de derechas".
En realidad, no había ninguna “amenaza” explícita acerca de que un grupo de milicianos planease asaltar Washington este 4 de marzo, pero dado el rastreo de conversaciones en foros y redes de QAnon la posibilidad de que un grupo aislado de extremistas hiciese otra nueva interpretación y se tomase la justicia por su mano era cada vez más real.
Fake news, mera precaución o superstición que a fuerza de creerla cierta se convierte en profecía autocumplida, lo cierto es que hoy el miedo ha cantado victoria, aunque las conspiraciones, como las mentiras, tengan las patas muy cortas.
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