Según una nueva megaencuesta titulada "Opiniones sobre la democracia y la sociedad estadounidenses y apoyo a la violencia política", uno de cada cinco estadounidenses, lo que equivale a más de 50 millones de personas, cree en la violencia política justificada en determinadas circunstancias. La desconfianza y la alienación hacia las instituciones democráticas han alcanzado un máximo nunca visto en los últimos años con la pandemia, y la agitación política que ha surgido como consecuencia de ella. 

Un equipo de científicos especializados en salud pública y médica de la Universidad de California reunió las opiniones de más de 9.000 estadounidenses con la esperanza de averiguar hasta qué punto están dispuestos los estadounidenses a participar en la violencia política. Los científicos han advertido que "la perspectiva de violencia a gran escala en un futuro próximo es totalmente plausible", y esto ocurre más de un año después de los horribles disturbios del 6 de enero en el Capitolio. 

La encuesta fue realizada durante tres semanas a partir del 3 de mayo por los científicos Garen Wintemute, Sonia Robinson y Andrew Crawford. 

La encuesta descubrió muchas verdades interesantes, pero alarmantes, de lo que creen los estadounidenses en este momento. Una gran parte de la población, el 3%, o 7 millones de estadounidenses, cree que la violencia política está "normalmente" o "siempre" justificada. En un nivel extremo, más del 12% de la gente dijo que llegaría a intimidar o amenazar a otra persona para conseguir un avance político y el 10% estaba dispuesto a "herir" a otro. 

Y lo que es más alarmante, aproximadamente uno de cada cuatro encuestados, lo que equivale a más de 60 millones de personas si se considera todo el país, cree que la violencia podría estar justificada "para preservar un modo de vida americano basado en las tradiciones europeas occidentales". Y algo más del 7,1% de las personas revelaron que llegarían a matar a alguien para conseguir sus objetivos políticos, lo que supone unos 18 millones de estadounidenses dispuestos a quitar una vida por la política. 

Otras revelaciones incluyen que dos tercios de los estadounidenses, alrededor del 66% de los encuestados, revelaron que temen que el país se enfrente a "una seria amenaza para la democracia" y más de la mitad de los encuestados creen en la idea de que otra Guerra Civil es inminente. 

Junto a los interesantes resultados, se produjeron contradicciones cuando un abrumador 89% de las personas dijo que cree que es "muy" o "extremadamente" importante que Estados Unidos siga siendo una democracia. Al mismo tiempo, el 42% dijo que "tener un líder fuerte para Estados Unidos es más importante que la democracia". 

La desinformación y las teorías de la conspiración también se extendieron, ya que uno de cada cinco encuestados creía en la idea infundada de que Estados Unidos y sus instituciones democráticas están "controlados por un grupo de pedófilos adoradores de Satán", una narrativa impulsada por QAnon. 

Otra idea popular de QAnon que muchos suscribieron es la visión de "una tormenta que llegará pronto" al país y que supuestamente "barrerá a las élites en el poder y restaurará a los líderes legítimos." 

El 41% cree que "en Estados Unidos, los blancos nacidos en el país están siendo reemplazados por inmigrantes" y, en un tono similar, "nuestro estilo de vida americano está desapareciendo tan rápido que puede que tengamos que usar la fuerza para salvarlo", siendo la violencia el motor de las agujas. 

No es ningún secreto que la sensación de bienestar en torno a la democracia ha caído en picado en los últimos años, como muchos vieron a lo largo de la pandemia con el aumento de los tiroteos masivos, la venta de armas de fuego y una mezcla de teorías conspirativas y desinformación procedente de fuentes informativas y no informativas. Sólo el tiempo dirá si la confianza puede reconstruirse.