Se ha dicho que cuando Estados Unidos estornuda América Latina se resfría. Y estos últimos cuatro años, quienquiera que haya pronunciado esas palabras debe estar bastante satisfecho con su precisión.

No hubo países latinoamericanos más afectados por las medidas draconianas, asesinas dirían algunos, de Donald Trump en su contra que Cuba y Venezuela, que a pesar de sus cuidadosas reacciones ante el triunfo de Joe Biden, ya deben estar respirando un poco más fácilmente.

“Trump quería enterrarnos vivos”, dijo a la agencia de noticias Reuters Mercedes Rodríguez, de 43 años, maestra de La Habana, y sus palabras podrían haber sido dichas por la mayoría de los cubanos.

Como dijo el profesor y exdiplomático Carlos Alzugaray, un residente de La Habana, “Joe Biden se ha comprometido a revertir la política de Donald Trump hacia Cuba y retomar la política del presidente Barack Obama. En el centro de esa política estuvo el proceso de normalización pactado con el presidente Raúl Castro, proceso que se llevó a cabo con satisfacción mutua hasta que Trump lo paralizó y revirtió. Vale la pena recordar cómo Obama lo definió en su último discurso sobre el estado de la Unión ante una sesión conjunta del Congreso, en enero de 2016. Cito el párrafo:

"Permítanme darles otro ejemplo. Cincuenta años de aislamiento a Cuba no han logrado promover la democracia y nos han retrasado en América Latina. Por eso restauramos las relaciones diplomáticas - (aplausos) - abrimos la puerta a los viajes y al comercio, nos posicionamos para mejorar la vida del pueblo cubano. (Aplausos.) Entonces, si quieren consolidar nuestro liderazgo y credibilidad en el hemisferio, reconozcan que la Guerra Fría ha terminado - levanten el embargo ". (Aplausos.)

En una entrevista con Jackie Nespral, presentadora de NBC 6, el presidente electo Biden dijo: “Intentaré revertir las políticas fallidas de Trump que infligieron daño a los cubanos y sus familias. No han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos, al contrario, la represión contra los cubanos por parte del régimen ha empeorado con Trump". Un importante asesor de política exterior de Biden también dijo a Reuters que el nuevo presidente "revertiría las medidas que separan a las familias, las limitaciones en los viajes familiares y las remesas". Esto podría significar, por ejemplo, la dotación de personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana, que la administración Trump redujo al mínimo con la excusa de un misterioso “ataque sónico” que afectó a diplomáticos estadounidenses. Sí, hay esperanza de mejores relaciones con Cuba.

Venezuela es un caso diferente, y Biden, quien fue uno de los artífices de las sanciones contra el país sudamericano rico en petróleo durante su mandato como vicepresidente de Barak Obama, ha prometido mantenerlas. Por alguna razón poco clara, la administración Obama le endilgó a Venezuela el título de amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. Actualmente, un embargo afecta la economía de esa nación y dificulta la vida de su gente. Sin embargo, Biden ha dicho que "pensaría" reunirse con el presidente venezolano Nicolás Maduro, al tiempo que respalda la definición de Trump de Maduro como un "dictador puro y simple" y su reconocimiento del autoproclamado "presidente interino" Juan Guaidó como líder de Venezuela.

Pero, las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han estado en un punto tan bajo durante los últimos cuatro años que, si se mueven, solo podrán hacerlo hacia arriba una vez que Biden se haga cargo. Tenga en cuenta que Trump, en un regreso al Viejo Oeste, ofreció una recompensa de $15 millones por la cabeza del presidente venezolano.

Luego, está Colombia, la vecina de Venezuela que es la hija favorita de Washington. Ella no puede hacer nada malo, ni siquiera cuando asesina a cientos de personas

A pesar de la terrible pandemia y la condena de Amnistía Internacional, los líderes sociales están siendo exterminados sistemáticamente en la nación sudamericana: al menos 223 líderes sociales - activistas comunitarios que defienden los derechos humanos, ambientales y territoriales - han sido asesinados en lo que va de año.

Sin embargo, como escribió Biden en un artículo de opinión en el Sun Sentinel el 7 de octubre, para él "Colombia es la piedra angular de la política de Estados Unidos en América Latina y el Caribe". Ciertamente, Colombia ha jugado un papel importante en la vida política de Biden mucho antes de que fuera elegido vicepresidente. Mientras era senador, Biden ayudó a crear y sostener la campaña multimillonaria contra las drogas Plan Colombia, como presidente (y miembro de alto rango) del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, una iniciativa controvertida por decir lo menos, de la que todavía está orgulloso.

 “Defendí el Plan Colombia desde el principio y obtuve el apoyo bipartidista para su aprobación por el Congreso ... Es una de las iniciativas de política exterior más exitosas y bipartidistas del último medio siglo” (Sun Sentinel, 7 de octubre). En realidad, el Plan Colombia no ha tenido éxito alguno.

Como escribió el Centro para la Acción de la Democracia Popular en un tuit, “El Plan Colombia utilizó políticas asesinas y fallidas de guerra contra las drogas como cobertura para desestabilizar la democracia en América del Sur, armando escuadrones de la muerte de derecha tan abiertamente que el Congreso tuvo que obligarlo a detenerse con una enmienda. " Preocupante, por decir lo menos.

Biden, quien fue el hombre clave de Obama para América Latina, tiene una vasta experiencia en la región, habiendo viajado numerosas veces por ella. Fue el rostro público de la ambiciosa Alianza para la Prosperidad de 2015 de la administración Obama, un plan de mil millones de dólares para financiar iniciativas de desarrollo, seguridad y buen gobierno en Centroamérica.

Pero, como informa The Intercept, “El dinero (finalmente se aprobaron $750 millones) se destinó principalmente a asistencia de seguridad, que aumentó de $161 millones en 2015 a $252 millones en 2016. Como dijo Alexander Main, del Centro de Investigación de Política Económica, el dinero fue para “fuerzas policiales y militares cada vez más militarizadas involucradas en innumerables abusos contra los derechos humanos, incluido el asesinato de activistas como Berta Cáceres en Honduras”.

Su nuevo "Plan Biden para Centroamérica" ​​actualiza la política de 2015 para utilizar $4 mil millones en ayuda exterior durante cuatro años para financiar y respaldar los esfuerzos anticorrupción en Guatemala, Honduras y El Salvador; empujarlos a reducir la migración y luchar contra la trata de personas; y disminuir la pobreza. Biden siempre ha culpado a estos factores por la migración a Estados Unidos y la violencia en los países de origen de los migrantes ".

Con suerte, esta vez el dinero realmente se destinará a atacar la pobreza desesperada, que es la raíz de los problemas en Centroamérica junto con gobiernos corruptos y violencia descontrolada.

Luego está la negativa totalmente inesperada del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a felicitar a Biden, lo que apunta a la complejidad de las relaciones entre los dos países vecinos. El único otro líder latinoamericano reteniendo sus "felicidades" no fue sorpresa. No es otro que el presidente ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, un acérrimo simpatizante de Trump en la región. AMLO, por otro lado, es una figura política de izquierda que ha dicho que quiere esperar a que las autoridades estadounidenses certifiquen formalmente a Biden como el vencedor antes de enviar sus felicitaciones.

¿La actitud de AMLO afectará la relación de México con Estados Unidos como han expresado algunos expertos? No mucho, después de todo México, el país que Trump ha vilipendiado en innumerables ocasiones, es el mayor socio comercial de su vecino del Norte.

Algo es seguro, el muro fronterizo de Trump no será completado por la administración del presidente demócrata que ha dicho que "la inmigración es fundamental para ser quiénes somos como nación".

Sin embargo, la pregunta es si la administración de Joe Biden marcará más que un nuevo tono en su relación con América Latina.  ¿Volverá Biden a cometer el mismo error de invertir principalmente en fuerzas de seguridad que terminan reprimiendo e incluso asesinando a la gente, en lugar de en programas sociales y económicos para mejorar las condiciones de vida de las personas y brindarles la oportunidad de salir de la pobreza?

América Latina seguramente respirará mejor una vez que Trump ya no sea presidente y Joe Biden se siente en la Casa Blanca. Pero solo el tiempo dirá si se curará del resfriado.