Estoy ansioso por poder escribir una columna positiva, alegre y alentadora. Y apuesto a que también usted está desesperado por recibir buenas noticias y columnas que transmitan un mensaje de optimismo y confianza sobre el futuro.

Puede suceder, o más bien, sucederá justo después del día de las elecciones, cuando finalmente expulsemos a Donald Trump y sus ambiciones de cuatro años más de violencia, locura y racismo ya no sean una amenaza para la nación y el mundo.

Por supuesto, esto supone que todos los votantes potenciales que ansían devolver algo de cordura a Washington salgan y cumplan con su deber cívico. Porque si no lo hacen, existe una posibilidad real de que, aunque la mayoría del pueblo estadounidense no pueda soportar ni siquiera la vista del titular, este sea reelegido. Puede estar seguro de que sus seguidores irreflexivos y deplorables acudirán en masa a las urnas.

El cineasta Michael Moore, una de las pocas personas que predijo que Trump derrotaría a Hillary Clinton en 2016, está haciendo sonar la alarma una vez más. La base "leal, odiosa y entusiasmada" de Trump "no puede esperar para votar", ha dicho Moore, mientras que la de Biden se trata de "¡No Trump!" y no de entusiasmo por el candidato, informa Market Watch.

"¿Dónde están las historias sobre Trump acercándose a Biden?" preguntó, señalando un cambio en las encuestas en los últimos días, según Market Watch. “Muchos demócratas están convencidos de que Trump perderá. ¡PELIGRO! La campaña de Biden debe comprometerse con cambios que inspiren a los jóvenes, las mujeres y los votantes latinos y negros”.

“Nos arriesgamos a una tragedia de grandes proporciones en las próximas elecciones”, advirtió Moore.

Y qué tragedia sería si por apatía, pereza o ignorancia no votamos y permitimos que el peor presidente de la historia del país permanezca en la Casa Blanca cuatro años más. Después de todo, los latinos, no solo los inmigrantes y sus hijos, sino incluso los nacidos en este país, han sido objeto de las viles mentiras y la cruel persecución de Trump. Las 180.000 víctimas de COVID-19 son testigos trágicos de la estupidez y la falta de liderazgo del presidente. Recuerde que han sido los latinos y los negros los que han sufrido la peor parte de la pandemia y han muerto en cantidades desproporcionadas.

Si no está registrado para votar, debe hacerlo de inmediato para poder ejercer su derecho a ayudar a elegir al próximo presidente. Su futuro –y el de todos– depende de que Trump sea expulsado de la Casa Blanca.

Vote porque no soporta a Trump o vote porque le gusta Joe Biden, el candidato demócrata, pero vote. Tenemos que enviar al anciano estafador de regreso a Trump Towers o Mar-A Lago o de donde demonios sea que haya venido.