Los entusiastas de las redes sociales han estado de fiesta desde el domingo cuando Fox News cometiera un error garrafal. Ese día la red de relaciones públicas del presidente Trump hizo aún más explícita su ignorancia al transmitir una gráfica que se refería a El Salvador, Guatemala y Honduras como “países mexicanos”.

La ridícula gráfica tenía que ver con la decisión de Trump de castigar a esos tres países por, según él, no hacer lo suficiente para controlar el número de sus ciudadanos que llegan a la frontera sur en busca de asilo. Pero no hay que ser un genio para darse cuenta de que dicha medida solo acelerará el éxodo de las familias centroamericanas que huyen de la violencia y la pobreza extrema en sus países. La ignorancia del presidente es verdaderamente insondable.

“Trump corta la ayuda de Estados Unidos a 3 países mexicanos”, decía la gráfica desplegada durante “Fox & Friends”, el programa matutino de la red. Las reacciones de los espectadores fueron rápidas e inmisericordes.

“No puedo evitar sentirme un poco decepcionado ... fue genial pasar las vacaciones de primavera con mi familia, pero solo pudimos ver 1 de las 3 naciones mexicanas”, decía un tweet.

“Me desperté esta mañana pensando que solo había un país mexicano. Gracias a @FoxNews por la educación”, se leía en otro.

Estos son solo dos de los innumerables chistes que mezclaron incredulidad, burla y alegría. Sin embargo, otros usuarios de redes sociales adoptaron un tono más serio: “Así es como nos ve @FoxNews”, dijo otro tweet.

Este, por supuesto, es el verdadero problema. Fox News nos ve así y también lo hacen sus jefes, es decir la administración de Trump, arrogantes en su ignorancia y desprecio hacia otras naciones, los inmigrantes, las mujeres y las personas de color.

Con la Guardia Nacional, drones, tropas, la patrulla fronteriza desplegada en la frontera con México, parecería que Estados Unidos está a punto de librar una guerra más. Sin embargo, absurdamente esta guerra es contra una legión de personas aterrorizadas de Centroamérica que buscan proteger el más fundamental de todos los derechos humanos: su derecho a la vida.

Si no fuera porque sabemos que el presidente es partidario de la supremacía blanca, sería difícil creer que toda esta histeria esté dirigida a detener a miles de personas pobres e indefensas que huyen de carteles de drogas asesinos y de la violencia descontrolada de las pandillas para buscar protección en el país más rico del mundo.

Que los Estados Unidos, al financiar conflictos armados devastadores durante la Guerra Fría y apoyar a gobiernos ilegítimos y criminales tiene una gran responsabilidad histórica en la creación de las condiciones en que se encuentran Honduras, El Salvador y Guatemala y que son las que hacen a sus ciudadanos huir, no parece importar.

Trump y sus secuaces pueden decir lo que quieran, pero todo esto y, por supuesto, el infame muro, no tiene que ver con la seguridad fronteriza. Tiene que ver con usar las vidas de niños, mujeres y hombres inocentes como peones en un juego electoral vergonzoso, una estratagema para aplacar los sentimientos racistas de la “base” de Trump, compuesta en gran medida por racistas e ignorantes sin importar las trágicas consecuencias.

No es que a Trump le importe, pero estos no son “inmigrantes ilegales”. Son personas perseguidas cuyas vidas están en peligro y merecen todas las protecciones y garantías que ofrecen las leyes nacionales e internacionales a los refugiados y solicitantes de asilo.

Por favor, está bueno ya de hablar sobre los derechos humanos mientras haya niños en jaulas y familias bajo los puentes, y mientras Washington culpe a las víctimas por las condiciones creadas principalmente por las políticas imperiales y crueles de los Estados Unidos. La hipocresía es insoportable.