Anoche, 8 de septiembre, una comunidad de luto experimentó un temor reavivado a la violencia con armas de fuego después de que las autoridades locales informaran de un tiroteo en el Uvalde Memorial Park, a tres kilómetros de la escuela primaria Robb, donde la tragedia se cobró la vida de 19 niños y dos adultos. Los sucesos del 24 de mayo convirtieron a una comunidad tambaleante en objeto de una conversación nacional en torno a la reforma de las armas. 

Las autoridades sospechan que la última actividad en el recinto conmemorativo está relacionada con la rivalidad entre bandas locales de la zona. El Austin American-Stateman informa que el tiroteo dejó hasta seis heridos, según el senador de Texas Rolando Gutiérrez.  

"Estamos trabajando con el Departamento de Policía de Uvalde y la Oficina del Sheriff tras un presunto tiroteo relacionado con pandillas en el Parque Memorial. Esta información es preliminar, a medida que la situación se desarrolle trabajaremos con la policía local para proporcionar actualizaciones", dijo el Departamento de Seguridad Pública de Texas en un comunicado. 

El tiroteo, que tuvo lugar a las 5:30 p.m., ocurrió a pocos kilómetros de la Escuela Primaria Robb. 

El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió rápidamente un comunicado en el que abordaba los esfuerzos para hacer frente a la actividad relacionada con las pandillas en la ciudad de Uvalde, aunque no mencionó la proximidad del suceso con la tragedia que afectó a la zona unos meses antes. 

"Después de hablar con el alcalde y el juez del condado sobre la necesidad inmediata de un mayor apoyo de las fuerzas del orden, he ordenado al Departamento de Seguridad Pública que lleve a cabo operaciones de patrullaje en los puntos conflictivos de las pandillas, que envíe seis unidades adicionales de policías del DPS para que trabajen las 24 horas del día y que comience a coordinar un esfuerzo antipandillas con la ciudad", dijo Abbott en un comunicado. 

Lea las declaraciones completas del Gobernador aquí. 

Abbott también se centró en la búsqueda de la justicia, anunciando los esfuerzos combinados con el alcalde de Uvalde y el juez del condado para desplegar y aumentar los esfuerzos contra las pandillas en la ciudad. 

"Inmediatamente llamé al alcalde McLaughlin y al juez del condado Mitchell para ofrecerles todo el apoyo y los recursos del estado mientras las fuerzas del orden persiguen a los miembros de la banda", escribió. 

Los informes de desarrollo también identificaron a dos sospechosos en relación con el crimen. Las autoridades dicen a la comunidad que "no es una situación peligrosa para el público en general".

El último tiroteo se produce después de la trágica masacre ocurrida en la escuela primaria Robb el 24 de mayo, que se cobró la vida de niños y profesores, y ha suscitado dudas sobre la capacidad de las fuerzas de seguridad locales para controlar la actividad con armas de fuego. 

En el lugar de los hechos, cientos de agentes esperaron durante una hora mientras el pistolero causaba violentos estragos en el recinto escolar. 

Recientemente, el Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde celebró una reunión de 90 minutos a puerta cerrada para evaluar los acontecimientos que condujeron al tiroteo masivo. La junta votó por unanimidad para despedir al jefe de policía de Uvalde, Pete Arredondo, sin sueldo por el período en que estuvo de baja administrativa. 

Arredondo no estuvo presente en la reunión y emitió un comunicado en el que calificaba la decisión de la junta como un "linchamiento público ilegal e inconstitucional y solicita respetuosamente a la junta que lo reincorpore de inmediato, con todos los pagos retroactivos y beneficios y que cierre la queja por infundada".