El Centro de Detención del Condado de Berks, tristemente célebre por la detención de mujeres, niños y familias inmigrantes, cerrará el próximo año nuevo, según confirmaron las autoridades el miércoles 30 de noviembre. Se trata de una gran victoria para los activistas, manifestantes y grupos que lucharon con denuedo en la batalla contra el condado de Berks y el gobierno estadounidense. 

Las autoridades federales comunicaron el miércoles a los dirigentes y funcionarios del condado de Berks que pondrían fin a su contrato con el condado de Pensilvania el 31 de enero de 2023. Funcionarios del ICE de Filadelfia han comentado y dicho que actualmente están en el proceso de obtener más información sobre el cierre y que posteriormente proporcionarían detalles en los próximos días o semanas. 

El centro de detención, que durante la última parte del año sólo ha albergado a mujeres inmigrantes, es un centro de 96 camas gestionado por el condado a través de un contrato con el ICE. Antes de su transición a principios de 2022 para alojar a mujeres inmigrantes, era sólo una de las tres instalaciones del país que detenían y alojaban a familias inmigrantes. 

El centro de detención incluso llamó la atención de la organización con sede en el Reino Unido Amnistía Internacional, una organización no gubernamental mundial centrada en los derechos humanos. Han arremetido públicamente contra Berks y otros centros similares y los han calificado de "inhumanos" y "caros", añadiendo que "socavan la larga historia de nuestro país como faro de esperanza para las personas que buscan seguridad".

Además de ser extremadamente condenado por grupos de defensa y otros, el centro también ha sido objeto de protestas y demandas, todas ellas encaminadas a intentar cerrar las instalaciones. El centro de detención retenía a inmigrantes mientras esperaban a que sus casos de inmigración se abrieran paso en los tribunales. 

Bajo la presidencia de Joe Biden, el número de camas disponibles para inmigrantes indocumentados ha aumentado, al menos en Pensilvania. 

En los últimos 10 años aproximadamente, el centro se ha ganado una notoria reputación por los malos tratos infligidos a los inmigrantes bajo su custodia. 

Organizaciones como la Coalición Shut Down Berks han pedido su cierre en los últimos seis años. Una de las líderes de la Coalición, Jasmine Rivera, habló con AL DÍA News sobre el cierre, la coalición y el futuro de su trabajo y del centro. 

P: Lleváis organizándoos desde 2015, ¿cuál fue vuestra reacción inmediata a la noticia? 

R: Somos muchos en la coalición, así que las reacciones fueron variadas: alegría, conmoción, lágrimas de felicidad. Al principio fue sorprendente, pero sabíamos que este día llegaría. Durante los últimos ocho años hemos construido un movimiento de base, e incluso de apoyo popular, para cerrar esta prisión de inmigrantes. Esta es una victoria ganada por muchos, pero sobre todo por los que han sido detenidos en Berks. Resistieron, lucharon por su libertad y por una vida mejor, y ahora los futuros inmigrantes no tendrán que pasar por lo mismo que ellos. 

P: En el comunicado emitido, la coalición dice: "Estamos más que encantados de escuchar esta noticia y esperamos ver a todos liberados con sus familias y comunidades. Exigimos liberaciones, no traslados". ¿Ha habido alguna noticia o indicación de qué va a ocurrir exactamente con las personas del centro?

R: Ahora mismo parece muy probable que estas mujeres sean liberadas en las próximas semanas. Las primeras liberaciones han comenzado hoy, con unas cuatro o seis que saldrán hoy mismo. Sin embargo, tenemos que permanecer vigilantes porque nada está garantizado y estas mujeres merecen estar libres. Pediremos a nuestra comunidad que se movilice una vez más para exigir la libertad, y nos oponemos firmemente a los traslados a otras prisiones de inmigrantes. 

P: También en la declaración: "También permaneceremos vigilantes para que este sitio no vuelva a ser utilizado para infligir más violencia contra los inmigrantes o encarcelar a más personas en su transición a un nuevo propósito". ¿En qué consisten concretamente esos esfuerzos de vigilancia?

R: Esos esfuerzos están siendo dirigidos por los líderes del condado de Berks, que durante años han exigido que este centro se convierta en uno que proporcione servicios sanitarios y humanos. Es decir, programas dirigidos por los gobiernos locales, estatales o del condado, que ayuden a la comunidad circundante. A través de esta campaña hemos conseguido no sólo el apoyo de las bases, sino también de los ciudadanos, y contamos con varios líderes electos estatales que se han comprometido a encontrar financiación para programas que sirvan a las personas, no que abusen de ellas. 

P: Además, cuando se dice en transición hacia un nuevo propósito, ¿cuál es ese nuevo propósito?

R: Nos remitimos a la gente del condado de Berks sobre cuál debe ser ese propósito. Esperamos que los líderes del condado lleven a cabo un proceso transparente que permita a los miembros de la comunidad participar en el proceso de toma de decisiones. Lo que sí sabemos es que esa instalación fue en su día una residencia de ancianos. Y hemos oído a lo largo de los años que estas instalaciones se han utilizado como centro de tratamiento de drogas o como centro de investigación y desarrollo agrícola. A lo largo de los años, este centro ha tenido muchas utilidades y esperamos que pueda ser beneficioso en el futuro. 

P: Tras el cierre el próximo mes de enero, ¿cuál es el futuro de la Coalición Shut Down Berks? 

R: Por ahora, sólo estamos centrados en conseguir que la última de las 44 mujeres liberadas de Berks, y luego celebrar el 1 de febrero con la comunidad. 

La Coalición Shut Down Berks celebrará una Vigilia por la Liberación, para mostrar su apoyo a las mujeres inmigrantes detenidas en el centro. Será dirigida por el Centro de Inmigración, frente al Centro de Detención del Condado de Berks el miércoles 7 de diciembre a las 10 a.m.