Es Navidad para los grupos de defensa de los inmigrantes dispersos por Pensilvania que se manifestaron ante una oficina de campo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Filadelfia el miércoles 21 de diciembre, pidiendo la liberación del grupo de mujeres que siguen detenidas en el Centro de Detención del Condado de Berks. 

Varias coaliciones conocidas por sus continuos esfuerzos para detener la detención de inmigrantes en Pensilvania -incluidas Shut Down Berks, Free Migration Project, Juntos y CASA for all- corearon villancicos.

"Shut Down Berks Shut Down Berks, Shut Down Berks hoy. Oh, qué felices seríamos si todos ellos fueran libres", cantaron los activistas al ritmo de Jingle Bells. 

Ocho mujeres permanecían en Berks cuando el ICE anunció que cerraría sus puertas en año nuevo, pero cuando comenzó la protesta, dos de ellas habían sido puestas en libertad mientras el grupo jurídico pro bono ALDEA trabaja para resolver los traslados pendientes. 

¿Y ahora qué?

En el momento de la publicación de este artículo, los detalles sobre las dos mujeres liberadas seguían sin estar claros. 

Está previsto que el resto de las mujeres sean trasladadas al Centro de Procesamiento de Moshannon Valley, situado en la zona rural de Pensilvania, que se convertirá en el mayor centro de detención de migrantes de la región. 

"Me siento feliz e increíble, pero todavía frustrada con las seis mujeres que todavía están [en Berks]", dijo una enérgica Myrna González, Directora de Organización de Casa, quien dirigió el esfuerzo de protesta en Filadelfia. 

"Esto es en realidad un intento de pedir con amabilidad que liberen a estas mujeres. Con la autoridad que tenemos desde que estamos trabajando para cerrar [Berks], es también una demanda para liberar a las mujeres. No merecen ser trasladadas (...) que merecen estar con sus familias", añadió González. 

Casa, junto con otras coaliciones locales encabezadas en su mayoría por Shut Down Berks, lleva años presionando a los funcionarios de Berks para que detengan por completo las operaciones, como parte de su labor de apoyo a las comunidades hispanohablantes e inmigrantes de Pensilvania.

Una mancha en la política de PA

Pero a principios de este año, cuando los comisionados del condado llegaron a un acuerdo silencioso con el ICE y la empresa privada de prisiones GEO Group para remodelar Berks en un centro de detención de mujeres a puerta cerrada y sin la participación de la comunidad, los defensores de la inmigración se indignaron. 

Durante el ciclo de mitad de mandato de 2022, aumentaron las protestas para arrojar luz sobre los tratos a puerta cerrada de los funcionarios del condado y el ICE, y en un momento dado apuntaron al entonces candidato John Fetterman, ahora senador de EE.UU., después de que su campaña en Twitter enviara un mensaje automático a Shut Down Berks a través de Twitter solicitando una donación. 

La última vez que Fetterman había estado en contacto con el grupo fue a través de Twitter en una vigilia de 2018 en el Centro de Detención de Berks. 

Eventualmente, Berks se convirtió en una mancha en la política de PA con poca o ninguna cuenta de su operación silenciosa. 

Después de que el capítulo de PA de la Unión Civil Americana (ACLU) demandara, los comisionados del condado de Berks celebraron audiencias en las que miembros de la comunidad supuestamente expresaron su oposición a un nuevo contrato. 

Aun así, los comisionados del condado siguieron adelante como estaba previsto en un principio, incluso cuando se informó de que Berks no era rentable. 

Lo que sospechaban los defensores era que el ICE planeaba instalar una "fábrica de deportaciones" alejada de la vista del público, pero los intentos fracasaron porque intervinieron grupos jurídicos que defendieron con éxito los casos de asilo. 

Entonces, Berks anunció inesperadamente que cerraría sus puertas de forma permanente, enviando una oleada de alivio a los activistas de inmigración que protestaron contra Berks durante años. 

Aun así, el centro de detención de inmigrantes también proyectó una larga sombra sobre la administración Biden, que ordenó la suspensión de la dependencia federal de las prisiones con ánimo de lucro para los centros de detención. 

Sin embargo, la orden ejecutiva de Biden no se aplicó a los centros de detención del ICE, que han dependido exclusivamente de prisiones con ánimo de lucro para gestionar los centros de detención de inmigrantes en Pensilvania.

"Durante años he planteado mi preocupación por las condiciones en Berks a múltiples administraciones presidenciales", dijo el senador estadounidense Bob Casey en un comunicado. 

"También he instado al Departamento de Seguridad Nacional a que cierre definitivamente el centro para garantizar que ninguna familia futura sufra lo que ellos sufrieron en el centro de detención. El trabajo del gobierno es proteger a los niños, no encarcelarlos", continuó.

Todas las coaliciones han dicho en algún momento a los reporteros de AL DÍA que Biden debería cancelar unilateralmente los contratos del ICE con las prisiones con ánimo de lucro de Pensilvania. 

No hay indicios de que el gobierno de Biden planee aplicar la presión, derivada de la orden ejecutiva original, al ICE.

Aumento de la presión política

Los funcionarios del condado que mantienen relaciones con funcionarios federales y del sector privado pueden tener dificultades para seguir pasando desapercibidos a medida que aumenta la presión política en la región. 

Esta misma semana, la representante estatal Mary Gay Scanlon (PA-05) entregó una mordaz carta al jefe del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, para que pusiera fin a otros contratos entrantes del ICE en Moshannon Valley.

"El ICE no exige responsabilidades a los centros de detención privados contratados por no cumplir las normas de garantía de calidad, y cuando lo hace, a menudo concede exenciones que eximen a los centros de tener que cumplirlas", decía la carta de Scanlon. 

También se unió al movimiento político para liberar a las seis mujeres migrantes restantes el representante estatal Joe Hohenstein (PA-177), que estuvo presente en la protesta.

El representante Hohenstein, abogado de inmigración, se dirigió a los manifestantes en español e inglés. 

"Antes de ser un funcionario estatal electo, también fui abogado de inmigración y representé a personas que fueron detenidas en Berks", dijo a la multitud. 

"Estoy muy contento de ver que la instalación está cerrando. Como la instalación está cerrando, también estamos insistiendo en la libertad de las últimas seis mujeres en Berks", continuó Hohenstein.