Este sábado el país entero se unió en vítores después de que el demócrata Joe Biden derrotara al presidente Donald Trump, cruzando 270 votos del Colegio Electoral con una victoria en Pennsylvania.

Aunque Trump se negó a ceder, la historia ya está escrita.

Junto a Biden, la senadora de California, Kamala Harris, se transforma en la vicepresidenta electa de Estados Unidos, la primera mujer y mujer negra en ocupar el puesto, un logro épico para un país que atraviesa una de las crisis sociales más importantes en su historia.

Harris, hija de madre india y padre jamaicano, llega así al punto más alto de liderazgo del país para cualquier mujer antes que ella.

Según recuerda el New York times, en el curso de su campaña, Harris hizo énfasis en quienes le abrieron el camino para llegar a donde está hoy en día.

Cuando subió al escenario en Texas poco antes de las elecciones, Harris habló de su papel y del trabajo que queda por hacer.

"Sí, hermana, a veces podemos ser la única que se parece a nosotros caminando en esa habitación", dijo a un público mayoritariamente negro en Fort Worth. "Pero lo que todos sabemos es que nunca caminamos en esas habitaciones solas - estamos todas juntas en esa habitación."

Con 56 años, la senadora también encarna el futuro de un país decidido a cambiar su trayectoria ideológica, con una juventud votante que se hizo sentir durante la jornada electoral.

Más que transformarse en la próxima vicepresidenta del país, Harris es la próxima al bate en un nuevo liderazgo, considerando especialmente que Joe Biden es percibido como un presidente de transición para el país.

Poco después de que se declarara la victoria, Harris tweeteó una declaración y un video. "Esta elección se trata de mucho más que de Joe Biden o de mí", dijo. "Se trata del alma de América y nuestra voluntad de luchar por ella. Tenemos mucho trabajo por delante. Vamos a empezar".