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Kamala y Hillary. Fotomontaje Aldía
¿Cuáles fueron los errores en las campañas de Hillary Clinton y Kamala Harris?

Hillary 2016 vs. Kamala 2024: Estrategias de campaña, errores y la lucha por el voto latino

Clinton en 2016 y Harris en 2024 repitieron errores, tuvieron lagunas estratégicas y perdieron oportunidades para llegar a los latinos.

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Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y 2024 enfrentaron a dos mujeres demócratas, Hillary Clinton y Kamala Harris, contra Donald Trump. Aunque ambas campañas tuvieron momentos de esperanza y resiliencia, al final resultaron derrotadas ante la figura impredecible y polarizadora de Trump.

Nos sumergimos en profundidad en las campañas políticas de Hillary Clinton en 2016 y Kamala Harris en 2024, detallando sus errores, contrastando sus estilos políticos y explorando sus intentos de asegurar el voto latino. También analizamos las cosas que podrían haber hecho de forma diferente para cambiar los resultados de sus respectivas campañas.

Errores en la campaña de Clinton en 2016

Hillary Clinton entró en la campaña de 2016 con una importante experiencia política, tras haber sido primera dama, senadora de Estados Unidos y secretaria de Estado. Sin embargo, su campaña se vio empañada por una serie de errores que, en última instancia, mermaron su capacidad para conectar con el público estadounidense.

Uno de los errores más significativos fue la gestión de Clinton de su escándalo del correo electrónico. La investigación en curso del FBI sobre su uso de un servidor privado mientras era Secretaria de Estado dio a Trump la munición que necesitaba para pintarla como indigna de confianza. A pesar de haber sido absuelta de cargos penales, la percepción de incorrección se mantuvo, y su infame comentario de "cesta de deplorables" no hizo sino alimentar aún más sus críticas, alienando a un sector del electorado que se sentía marginado por la élite política.

Además, la campaña de Clinton pareció subestimar la amenaza que suponía Trump. Se centró demasiado en atraer a los republicanos moderados que consideraban a Trump desagradable y no se comprometió lo suficiente con los votantes desilusionados de los principales estados en disputa. Clinton no hizo mucha campaña en el "cinturón del óxido", sobre todo en estados como Wisconsin, donde perdió por un estrecho margen.

Errores de Harris en la campaña de 2024

La campaña de Kamala Harris para 2024 tenía sus propios retos. Como vicepresidenta en ejercicio, Harris tenía la tarea de liderar la ofensiva demócrata para evitar un segundo mandato no consecutivo de Donald Trump. A pesar de su papel de alto perfil, Harris luchó por distanciarse de las percepciones negativas de la administración Biden, incluyendo la inflación, el aumento de las tasas de criminalidad y los problemas persistentes relacionados con la inmigración.

Uno de los principales errores fue la incapacidad de Harris para comunicar claramente una visión coherente y convincente. Aunque trató de enfatizar su postura progresista en cuestiones como el cambio climático y la sanidad, muchos votantes consideraron que su mensaje era incoherente, ya que a menudo oscilaba entre un enfoque centrista pragmático y una retórica más progresista. Esta falta de cohesión mermó su capacidad de atraer tanto a la base progresista como a los votantes moderados.

Además, Harris tuvo dificultades para manejar su imagen pública. Mientras que sus partidarios la veían como una candidata histórica, sus detractores se centraron en momentos que parecían retratarla como poco preparada o fuera de onda. Durante los debates cruciales y las paradas de campaña, hubo momentos en los que sus respuestas parecían evasivas, lo que contribuyó a la idea de que le faltaba autenticidad. Al igual que Clinton, Harris también tuvo que hacer frente a ataques que cuestionaban su competencia e integridad, un fenómeno que reflejaba los retos de género a los que se enfrentaban ambas candidatas.

Comparación de estilos políticos

El estilo político de Hillary Clinton puede describirse como calculado y orientado a la política. Era meticulosa en su enfoque, a menudo presentando propuestas políticas detalladas y centrándose en su gran experiencia. Clinton se apoyó en su imagen de estadista bien informada, haciendo hincapié en la continuidad y la competencia. Sin embargo, a menudo su imagen resultaba excesivamente tecnocrática, lo que le dificultaba conectar con los votantes de clase trabajadora que se sentían desconectados del establishment político.

Kamala Harris, por su parte, adoptó un estilo de campaña más carismático y emotivo. Trató de atraer a los votantes a nivel personal, hablando a menudo de su origen como hija de inmigrantes y de su carrera como fiscal y senadora. Harris trató de posicionarse como una "luchadora por el pueblo", alguien que comprendía las luchas de los estadounidenses de a pie. Sin embargo, este enfoque a veces carecía de la profundidad política que ofrecía Clinton, lo que le dificultaba combatir el mensaje simplista pero eficaz de Trump.

Ambos candidatos se esforzaron por contrarrestar la retórica populista de Trump. El enfoque intelectual de Clinton y el atractivo emotivo de Harris se quedaron cortos frente a la capacidad de Trump para aprovechar los miedos y frustraciones de los votantes ante un sistema que creían amañado en su contra.

Campaña en favor del voto latino

El voto latino ha sido un grupo demográfico crítico para los demócratas, y tanto Clinton como Harris se esforzaron por cortejar a este grupo, pero con resultados desiguales.

En 2016, Hillary Clinton disfrutó de un fuerte apoyo de los votantes latinos, en gran parte debido a los comentarios incendiarios de Trump sobre la inmigración y su promesa de construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Clinton hizo campaña sobre la reforma migratoria y destacó su apoyo a DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), que resonó entre muchos votantes latinos. Sin embargo, algunos consideraron que su campaña carecía de profundidad y criticaron que tratara a los latinos como un bloque de votantes monolítico en lugar de como una comunidad diversa con distintas prioridades.

Kamala Harris se enfrentó a un panorama más desafiante en 2024. En ese momento, Trump había hecho incursiones entre los votantes latinos, en particular entre aquellos que apreciaban sus políticas económicas y su postura sobre el conservadurismo social. Harris intentó atraer a la comunidad latina haciendo hincapié en su origen inmigrante y su compromiso con las oportunidades económicas y la reforma migratoria. A pesar de sus esfuerzos, su campaña fue criticada por no dedicar suficiente tiempo a estados clave para los latinos, como Florida, y por no contrarrestar eficazmente el acercamiento de Trump a los pequeños empresarios latinos, muchos de los cuales se sentían abandonados por el Partido Demócrata.

¿Qué se podría haber hecho de otra manera?

En retrospectiva, hay varios cambios estratégicos que ambas campañas podrían haber hecho para alterar potencialmente sus resultados.

  • Mayor presencia en los estados clave: Tanto Clinton como Harris subestimaron la importancia de una fuerte presencia popular en los estados clave. La decisión de Clinton de descuidar Wisconsin y la incapacidad de Harris de conectar con los votantes latinos en Florida son ejemplos de oportunidades perdidas que podrían haber cambiado el mapa electoral.
  • Mensajes más claros y coherentes: Los detallados debates políticos de Clinton y las fluctuaciones de Harris entre progresismo y centrismo confundieron a los votantes. Un mensaje más coherente, que equilibrara los detalles políticos con la resonancia emocional, podría haber permitido a ambos candidatos atraer a un público más amplio. Ambas campañas podrían haberse beneficiado de la simplificación de sus mensajes para contrarrestar las frases hechas de Trump.
  • Compromiso auténtico con los votantes: Clinton y Harris tuvieron problemas con la autenticidad. El estilo guionizado de Clinton y los momentos de evasivas de Harris perjudicaron sus campañas. Pasar más tiempo en entornos no guionizados, participando en ayuntamientos y abordando directamente las preocupaciones de los votantes podría haberles ayudado a parecer más cercanos y dignos de confianza.
  • Alcance dirigido a los latinos: Ambos candidatos necesitaban estrategias más matizadas para relacionarse con la comunidad latina. Clinton podría haber invertido más esfuerzos en comprender y abordar las diversas necesidades dentro de la comunidad, mientras que Harris debería haber trabajado más duro para contrarrestar la narrativa de Trump y construir conexiones más fuertes con los empresarios latinos y los conservadores.

Estrategias de campaña digital: En 2024, la campaña digital se había vuelto aún más crítica. La campaña de Harris podría haber aprendido de los conocimientos digitales de Trump utilizando las redes sociales de forma más eficaz para dinamizar a su base y combatir la desinformación. Clinton también podría haberse beneficiado de una presencia más sólida en las redes sociales para contrarrestar los incesantes ataques de Trump en 2016.Las campañas de Hillary Clinton en 2016 y Kamala Harris en 2024 ofrecen lecciones cruciales para los futuros candidatos demócratas que se enfrenten a oponentes populistas como Donald Trump. Ambas mujeres tenían currículos impresionantes y oportunidades históricas, pero se enfrentaron a importantes obstáculos que les impidieron conectar con el electorado con la eficacia necesaria. Sus errores, desde descuidar estados clave hasta mensajes incoherentes y un alcance inadecuado a la comunidad latina, contribuyeron en última instancia a sus derrotas.

Aunque la campaña de Clinton fue demasiado tecnocrática y Harris luchó por encontrar el equilibrio adecuado entre ideales progresistas y políticas pragmáticas, ambos tenían caminos hacia la victoria que podrían haberse realizado con un enfoque diferente. Los futuros candidatos tendrán que aprender de estas experiencias -creando redes de base más sólidas, elaborando mensajes más claros y comprometiéndose auténticamente con comunidades diversas- para triunfar en un panorama político cada vez más dividido.