Después de que se declarara un incendio en un centro de detención de inmigrantes de Ciudad Juárez en el que murieron 38 inmigrantes, unas imágenes de vigilancia que han salido a la luz muestran a unos guardias alejándose de las llamas justo cuando empiezan a crecer, dejando atrás a los inmigrantes. 

La sala se llena completamente de humo segundos después de que los guardias abandonan el encuadre y antes de que el vídeo se interrumpa.

México sufrió el lunes 27 de marzo por la noche el peor incendio de los últimos tiempos, en el que murieron 39 personas. Las autoridades informaron en un principio de 40 muertos, pero luego dijeron que algunos podrían haber sido contados dos veces en la confusión. 

El incendio se declaró en el interior de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) poco antes de las 10 de la noche. 

El INM, el instituto que supervisa el centro que detiene a los migrantes que esperan solicitudes de asilo en EE.UU. o se preparan para cruzar la frontera, emitió un comunicado en el que confirmaba que 68 hombres de Centroamérica y Sudamérica estaban retenidos en las instalaciones. 

Entre los fallecidos había unos 28 guatemaltecos, según confirmó el Instituto Guatemalteco de Migración. Un hombre era colombiano, otro ecuatoriano, 12 salvadoreños, 13 hondureños y 13 venezolanos, según el INM.

Por el momento, no se sabe con certeza cuántas personas de cada nacionalidad murieron o resultaron heridas. Según el gobierno del estado mexicano de Chihuahua, al menos 11 migrantes siguen en el hospital recibiendo tratamiento. 

Se informó de que las autoridades habían pasado la mayor parte del día reuniendo a migrantes, algunos de los cuales pedían limosna o lavaban los cristales de los coches en los semáforos de esta ciudad situada al otro lado del Río Grande, frente a El Paso (Texas).

Aunque no se ha dado a conocer la causa oficial del incendio, ya que la investigación sigue en curso, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo durante su primera declaración oficial sobre el incendio que el proceso para identificar los nombres y nacionalidades de las víctimas está en curso. 

"Lo que sabemos hasta ahora es que en ese albergue había migrantes de Centroamérica y algunos de Venezuela. Todavía no sabemos exactamente los nombres y las nacionalidades de quienes lamentablemente perdieron la vida", dijo López Obrador. 

Los ciudadanos mexicanos también se sorprendieron al escuchar cuando AMLO dijo en la sesión informativa que los hombres iniciaron ellos mismos los incendios, quemando colchones en protesta al enterarse de su deportación.

"Esto tuvo que ver con una protesta que iniciaron después de que, suponemos, se enteraron que iban a ser deportados, y como protesta, pusieron colchones del albergue en la puerta del albergue, y les prendieron fuego y no se imaginaron que esto iba a causar este terrible accidente", dijo. 

"Es muy triste que esto esté ocurriendo", añadió el presidente.

El activista de inmigración Irineo Mujica dijo a POLITICO que los migrantes temen ser devueltos, no a sus países de origen, sino al sur de México. Tendrían que atravesar México de nuevo.

"Cuando la gente llega al norte, es como un juego de ping-pong: los devuelven al sur", dijo Mujica.

"Habíamos dicho que, con el número de personas que estaban enviando, se estaba creando una bomba de relojería", dijo Mujica. "Hoy esa bomba de relojería ha explotado".

El incendio ha servido como otro gran recordatorio para México y Estados Unidos sobre las situaciones de riesgo para la vida a las que se enfrentan los migrantes y refugiados al cruzar la frontera, independientemente de algunas de las inevitables consecuencias. 

También ha suscitado preocupación sobre la seguridad y la eficacia general de los centros de detención de migrantes, especialmente después de ver las imágenes en las que los trabajadores de las instalaciones abandonaban a los migrantes mientras la habitación se llenaba de humo en cuestión de segundos. 

Las imágenes, que fueron difundidas y posteriormente autentificadas por un funcionario mexicano a un reportero local, muestran a dos guardias entrando en escena, antes de marcharse mientras los migrantes permanecen entre rejas. 

El incendio es el más grave que afecta a un centro de detención de inmigrantes en México y arroja más luz sobre el endurecimiento de las políticas migratorias puestas en marcha por Biden, que incluyen límites al número de personas que pueden solicitar asilo. 

Como consecuencia, las ciudades de la frontera norte se han visto desbordadas por los inmigrantes que esperan su turno y muchos otros se han visto obligados a dormir en las calles o en el interior de las iglesias. 

Todas las miradas están puestas ahora en la Administración Biden y en México en relación con la reforma de la inmigración, lo que incluye a un representante del estado mexicano de Chihuahua, Óscar Ibáñez Rubio, que pide una reforma. 

"Es fundamental que el gobierno federal cambie sus políticas de inmigración. Debemos tener mejores medidas de contención antes de que los inmigrantes lleguen a este estado y encontrar formas de integrarlos a la sociedad."