Habiendo sido mentora para muchos y la favorita de otros, la antigua Fiscal de Distrito Lynne M. Abraham, aún protege la oficina que alguna vez ocupó. Abraham, junto con el abogado defensor Richard Sprague, ha introducido una demanda sobre el impacto político de la legalidad de Williams, manteniendo su puesto bajo investigación.

La movida para procesar a Williams está basada en el argumento de que la ley estatal prohíbe a Williams de continuar como el Fiscal principal de la ciudad. Williams “ya no está autorizado a ejercer la abogacía en el territorio autónomo de Pennsylvania”, lee la demanda, “él no cumple con las calificaciones requeridas por los estatutos para ocupar el puesto de Fiscal de Distrito de Filadelfia”.

Alegando que Williams “indudablemente” utilizará su salario de 175.572 dólares para pagar por sus nuevas cuotas legales, las acusaciones pintan un escenario en el que Williams seguirá intentando beneficiarse de su posición de maneras poco éticas.

Abraham le dijo al Philadelphia Inquirer en la noche del lunes que “debería hacer lo correcto”, dijo, “y permitir que la oficina se salga de la nube causada por sus problemas, que sólo continuarán”.

“Se puede estar en desacuerdo con sus decisiones, pero un fiscal de distrito debe estar por encima de toda ética, con un horizonte honesto sobre sus acciones y deberes”.

Al igual que muchos de los que actualmente compiten por el puesto de Fiscal de Distrito, Williams alguna vez trabajó con Abraham. Habiéndose unido a la Oficina en 1992, durante el tiempo en el que Abraham era la Fiscal principal de la ciudad, continuó avanzando a pesar de enfrentarse a Abraham mientras ella continuaba escalando en los rangos.

Una vez que Williams abandonó la oficina del Fiscal de Distrito en el 2003, anunció que pretendía competir contra ella en las primarias Demócratas en el 2005, aunque ese intento fue fallido.

Mientras el caso se complica, la carrera por las primarias continúa, y la influencia de Abraham a las afueras de la oficina tan sólo se volverá más clara.