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Cuatro años de los atentados de Barcelona

Los atentados acabaron con 16 víctimas mortales y otras 322 afectadas. 

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A pocos minutos de las 5 de la tarde de un 17 de agosto de hace cuatro años, una furgoneta invadió el paseo de Las Ramblas de Barcelona. Younes Abouyaaqoub bajó la calle haciendo zigzag, intentando llevarse por delante todas las vidas que pudiera. Asesinó a 14 personas allí. En su huida, mató a una más para robarle el coche. Aquella noche sus compañeros le quitaron la vida a otra persona más en un ataque similar en el pueblo costero de Cambrils. 16 víctimas mortales y otras 322 afectadas.

Abouyaaqoub abandonó la furgoneta en la mitad de Las Ramblas cuando no pudo avanzar más y huyó a través del mercado de La Boquería. Incluso en la carrera, cuando decenas de ciudadanos escapaban también, contestó a alguien que le preguntó qué ocurría: “no sé qué está pasando”, con total frialdad.

Cruzó la ciudad a pie y cuando llegó a la zona universitaria, asesinó a Pau Pérez con un cuchillo para hacerse con su coche y abandonar la ciudad. Cuatro días más tarde, la policía catalana lo encontró a 40 kilómetros de Barcelona, en Subirats. El terrorista llevaba un cinturón de explosivos atado a su cuerpo, los agentes le dispararon y lo mataron. 

La misma noche del ataque en Barcelona, otros cinco terroristas atentaron en el puerto de Cambrils. Atropellaron a seis personas y una de ellas murió horas después. La policía pudo actuar antes de que siguieran con el ataque y consiguieron volcar el vehículo a base de disparos. Los yihadistas se bajaron del coche con cuchillos en la mano y la policía consiguió abatirlos. 

Unos días antes había estallado una casa en el sur de Barcelona con al menos 120 bombonas de butano. En ella murió una persona y otras siete resultaron heridas. Después se supo que ese primer fallecido era el cerebro del atentado, el imán Abdelbaki Es Satti. La vivienda había sido el laboratorio de los terroristas que, tras la explosión, decidieron atacar con la furgoneta.

El mismo día de los atentados se detuvo a tres sospechosos al norte de Barcelona. Uno de los supervivientes de la explosión fue detenido también después del ataque. La policía de Marruecos arrestó a otras tres personas, dos de ellas por haber colaborado con los terroristas y otra por hacer apología de los atentados. 

​El calvario de las víctimas

Es el primer aniversario que las víctimas celebran con una sentencia contra los autores de la masacre. El pasado mes de mayo, un tribunal condenó a los 3 terroristas yihadistas que no murieron en los ataques: Mohamed Houli Chemlal fue condenado a 53 años y medio de cárcel, Driss Oukabir a 46 años y medio y Said ben Iazza a 8 años por colaborar con los miembros del grupo terrorista. Sus víctimas, en total, fueron 338. Sin embargo, muchas no han sido reconocidas ni indemnizadas aún. 

La Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo denuncia que las indemnizaciones sólo han llegado al 22% de los afectados. 248 personas esperan aún la compensación que la ley les reconoce como víctimas del terrorismo. Uno de los jueces reconoció en la sentencia que “las víctimas han sido las grandes olvidadas” en este caso.