Tras una larga batalla para desbancar al representante republicano Scott Perry, Shamaine Daniels fue derrotada en la carrera por el Distrito 10 de la Cámara de Representantes de Pensilvania, tras seis agotadores meses de campaña popular.

Los recientes resultados de mitad de mandato sitúan a Perry como ganador previsto, lo que le convierte en tres veces vencedor de la Cámara de Representantes de Pensilvania. Perry ha ganado repetidamente las elecciones de mitad de mandato por márgenes cómodos.

A pesar de haberse incorporado en el último momento a la carrera de mitad de mandato, Daniels demostró ser un digno oponente para Perry. Las encuestas mantenían a Daniels en márgenes estrechos respecto al titular, tras los informes sobre su proximidad al ex presidente Donald Trump después de que se certificaran los resultados de las elecciones de 2020. 

En una encuesta realizada por Public Policy Polling, los votantes expresaron su malestar hacia la candidatura de Perry, señalando explícitamente su participación en el 6 de enero. 

Daniels, una abogada de carrera de inmigración y concejal de la ciudad de Harrisburg, aprovechó su historial en la política local, presentando un oponente viable a Perry, como no se había visto en algunas carreras. 

Con un reconocimiento de nombre mucho menor, Daniels se enfrentó a resultados imposibles, pero aguantó la campaña con cierto apoyo de los demócratas del establishment. 

"Estresante" es como Jared Eckert, director de campo de Daniels, relató la campaña. "Es tan estresante como gratificante", dijo. 

Eckert señaló los desafíos únicos en York, donde habló con gente "que no tenía ni idea de quién es Scott Perry, de lo que ha hecho, de las razones por las que no creo particularmente que sea la mejor persona para el cargo", dijo. 

Pero para Daniels, el esfuerzo fue suficiente. 

"Me siento satisfecho. Hicimos una buena campaña, teniendo en cuenta el plazo que teníamos, [y] los recursos que teníamos. Me siento bien con la campaña a pesar de todo", dijo.

Entró en la carrera como un fichaje de última hora para las primarias, después de que Eugene DePasquale, ex auditor general de Pensilvania, abandonara la carrera tras ser disuadido por la redistribución de los distritos electorales, una circunscripción que, según él, no podía representar. 

Además de una candidatura aparentemente de última hora, Daniels combatió las percepciones que manchaban la imagen de su campaña. 

"No he sido la desvalida, he sido percibida como la desvalida", continuó, y comparó esa percepción con su viabilidad como candidata, una cuestión que ha perseguido a Daniels a lo largo de su carrera política. 

"Llevo mucho tiempo en la política", señaló Daniels, cuya campaña ha sido calificada como un esfuerzo de desventaja. 

"En mi carrera por el ayuntamiento, toda la gente institucional dijo que yo no era viable. Y entonces, no sólo gané, sino que recibí más votos que la persona que ganó la carrera a la alcaldía (...) Después de eso, pensé que la gente ya no iba a cuestionar mi viabilidad, pero siempre me ha perseguido", continuó. 

Pero dijo a AL DÍA que "no podía dejar que Scott Perry se presentara sin oposición". 

El propio Perry, que no es ajeno a la controversia, ha tenido una reputación menguante por participar en la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos. Según los documentos obtenidos por el Comité Selecto del 6 de enero de la Cámara de Representantes, intentó anular la elección.

Y más recientemente, el teléfono de Perry fue incautado por el FBI y devuelto recientemente, al cerrarse las investigaciones realizadas por el comité del 6 de enero. Queda por ver si el titular de AP tuvo un papel activo en los acontecimientos que llevaron a los partidarios de Trump a asaltar el Capitolio de la nación.