Según Higher Ed Dive, un estudio realizado por el National Student Clearinghouse Research Center designó que las inscripciones de transferencia en las universidades han disminuido un 13,5% desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, lo que representa una pérdida de casi 300.000 estudiantes.

Aunque se está produciendo una tendencia preocupante en la matriculación en general, la matriculación en traslados se ha visto más afectada por la pandemia que otras. Higher Ed Dive atribuye el descenso general de las cifras de matriculación a la crisis sanitaria y a la fortaleza del mercado laboral, que aleja a los posibles estudiantes de la educación superior. 

Aunque no representa el grupo racial y étnico más afectado, la comunidad latina tuvo un descenso significativo de las inscripciones. Entre la primavera de 2020 y la de 2022, los estudiantes latinos sufrieron un descenso del 15,6% en las inscripciones para traslados. En los dos años desde que comenzó la pandemia, los estudiantes blancos representaron una disminución del 19,4%, los nativos americanos, del 18,6%, los asiáticos, del 17,1%, y los negros, del 16,3%.  

A nivel institucional, si se comparan las cifras anteriores a la pandemia, las instituciones de servicio a los hispanos (HSI) sufrieron un descenso mucho más pronunciado de las matriculaciones en los traslados, un 16,9%, que los colegios y universidades históricamente negros (HBCU), un 4,2%. 

Más que trasladarse, los estudiantes tienen dificultades para permanecer matriculados, una tendencia que se percibe en el descenso de las tasas de permanencia entre los estudiantes trasladados en general. Para Doug Shapiro, director ejecutivo del centro de investigación, esto ocurre no sólo porque los estudiantes tienen que adaptarse a un nuevo entorno, sino también por la falta de redes de apoyo en persona. 

Durante el primer año de la pandemia, 2020-21, la matrícula general de transferencia cayó un 9,1%, es decir, unos 200.000 estudiantes. En el siguiente año académico, 2021-22, el descenso se redujo al 4,9%, lo que supone una pérdida de unos 97.200 estudiantes. 

Para saber más sobre las conclusiones del Centro Nacional de Investigación de Estudiantes, haga clic aquí.