Nacida en el Bronx, Nueva York, Natalia Báez, hija de inmigrantes dominicanos, recibió una beca completa para asistir al Lafayette College de Easton, en Pensilvania.

Su padre estuvo a punto de ser deportado, un momento que la marcó en su defensa de la justicia de inmigración y su amor por el derecho. "Quería salvar a mi comunidad y al mundo", admite Báez, que reconoce la gran comunidad latinx del sur del Bronx. 

Pero como ocurre a menudo, la deportación, una experiencia dolorosa entre los inmigrantes, es más común de lo que mucha gente cree: los inmigrantes alimentan la economía local y contribuyen colectivamente con 100.000 millones de dólares en ganancias cada año, según informó Scott M. Stringer, excontralor de la ciudad de Nueva York, en 2019.

Su pasión por el derecho la llevó a hacer una pasantía en Kaplan Hecker & Fink LLP, apoyando el desarrollo de casos. Aunque ella señala que esto no era ley de inmigración, el bufete de abogados tiene litigantes y abogados altamente experimentados.

A pesar de su interés por el derecho de inmigración, pronto se dio cuenta de que esta carrera no era para ella y que las intensas horas de trabajo le hacían sentir que "lo hacía más por motivos personales que por disfrutar de la carrera y de la pasión por el derecho". Un momento agridulce que la colocó más cerca de su nueva pasión: la economía y la sociología, de la que hablaremos más adelante. 

En su último año de secundaria, Báez recibió la beca de liderazgo de matrícula completa de la Fundación Posse (2019-2023), otorgada a personas con un extraordinario potencial de liderazgo y que les permite a los estudiantes que reciben la beca tomar una iniciativa de acceso para las universidades asociadas de Posse. También recibió la beca The Madison Square Garden of Dreams Inspire Scholarship (2018-2023) de 25.000 dólares al año; con Posse e Inspire, Báez asistió gratis a Lafayette College. 

Cuando te arrojan al fuego, aprendes a navegar.

"Lo haría todo de nuevo"

Báez señala que, durante su primer semestre en la universidad, la diversa selección de cursos la expuso a la economía y la antropología cultural, cursos que no le interesaban. Sin embargo, un profesor visitante vio potencial en ella, refiriéndose como "una mujer de empresa". Este profesor la motivó a continuar con economía y más tarde se especializó en Economía y Antropología y Sociología.

Báez siguió haciendo cursos de interés durante la pandemia. La falta de oportunidades de empleo la llevó a McDonald's. Después de trabajar en el restaurante de comida rápida durante el verano de su primer año, consiguió unas prácticas en Moelis & Company, Bank of America y, más tarde, en Goldman Sachs.

"Trabajar en McDonald's me ha ayudado a prepararme para ser más sociable y aprender a colaborar y hablar con la gente", aseguró Báez.

Aunque la dominicana está triste por separarse de Lafayette, subraya, "lo volvería a hacer" porque "he conocido a la gente más inteligente y ha sido muy estimulante para mi mente y mi alma".

La aprendiz dedicada sumida en un estado de éxtasis, donde la serenidad era la forma correcta de vivir la vida, experimentó Costa Rica como estudiante en el extranjero; sin inmutarse por la reciente pandemia o la posibilidad de otro cierre, solo quería "vivir la vida así", libre para dejarse llevar y explorar para ser más consciente culturalmente.  

Después de conocer Costa Rica, Báez hizo unas prácticas de verano en Goldman Sachs como becaria de operaciones de gestión de activos.

Exitosa en la empresa

En 2021, participó en el Hispanic/Latinx Possibilities Summit, un programa de cinco semanas centrado en aprender más sobre las carreras profesionales en Goldman Sachs, a través de talleres interactivos. Al año siguiente, se convirtió en pasante en la sucursal de Goldman Sachs en Dallas.

Como becaria de operaciones de gestión de activos, presentó contactos de pago de tiempo crítico a un contratista externo para reconstruir el proceso de cómo los pagos fueron realizados en el mismo día. Tras las prácticas, le ofrecieron un empleo a tiempo completo en Dallas, que aceptó.

Entusiasmada por el apoyo emocional y financiero que recibió mientras superaba muchos retos, Báez atribuye a esto el haberla llevado "a superar todos los obstáculos y conseguir el éxito que tuve".