Puede que Filadelfia no acabe 2022 con tantos homicidios como 2021, pero eso no quiere decir que haya sido un buen año para la ciudad en lo que respecta a la prevención de la violencia. Eso es especialmente cierto a medida que el año llega a su fin cuando se trata de los jóvenes de la ciudad, que no sólo se han convertido en víctimas más probables de la crisis, sino también en sus autores.

En los dos últimos meses, los jóvenes de Filadelfia han visto cómo la violencia se cebaba en sus escuelas en dos incidentes de gran repercusión cerca de los institutos de Roxborough y Overbrook. Un informe de noviembre sobre Dobbins High School del Philadelphia Inquirer también trajo más escrutinio sobre el distrito por no hacer frente a lo que se llamó "un ambiente caótico e inseguro." 

Con toda esta atención, el Superintendente del Distrito Escolar de Filadelfia, Tony Watlington, dijo a AL DÍA en una reciente entrevista que ha hecho que la próxima fase de su plan de transición sea aún más vital.

En lo más alto de la lista, especialmente después de los tiroteos cerca de Overbrook y Roxborough, está la seguridad.

"Como distrito escolar, nuestra prioridad número uno es asegurarnos de que nuestros niños estén seguros todos los días", dijo Watlington.

Al igual que el enfoque de la ciudad a la cuestión en expansión de la violencia armada, hay muchas soluciones a corto y largo plazo el superintendente expuso para el distrito escolar, ya que hace su parte en el esfuerzo general de la ciudad para frenar la violencia armada.

A corto plazo, Watlington dijo que el distrito escolar seguirá apoyando y tratando de ampliar su programa Safe Paths, que emplea a adultos para estar de pie a lo largo de las rutas que los estudiantes toman hacia y desde la escuela. En este momento, hay ocho escuelas en el distrito que se benefician del programa, pero Watlington dijo que hay un plan de $ 750,000 de inversión adicional que llevará ese número hasta 12.

Una de esas escuelas que se añadirá es Overbrook High School, donde cuatro estudiantes fueron baleados cerca de la escuela después de ser dejado salir para las vacaciones de Acción de Gracias en noviembre.

La segunda solución a corto plazo Watlington discutido es la inversión continua y una mayor expansión de las zonas de seguridad que rodean ciertas escuelas en el distrito. Se trata de una asociación entre el distrito escolar y el Departamento de Policía de Filadelfia que pone agentes de policía uniformados en las escuelas y sus alrededores.

"Sabemos que es importante aumentar la presencia de las fuerzas del orden", dijo Watlington.

En este sentido, se han previsto 600.000 dólares adicionales para reforzar la asociación durante el próximo año y medio o dos años.

Para la tercera solución a corto plazo, Watlington habló de volver a hacer hincapié en hablar con los estudiantes del distrito para conectar mejor con ellos y conocer mejor sus problemas dentro y fuera del aula. 

"Ve algo, di algo", así es como Watlington denominó el enfoque que su equipo de liderazgo está aportando al alumnado. "Si necesitas algo, levanta la mano y pídelo".

Eso es algo a lo que los profesores y otros miembros del personal del distrito escolar se enfrentan a diario.

"En un distrito escolar históricamente infradotado, las necesidades de nuestros estudiantes son grandes", dijo. "Y tenemos que darles lo que necesitan".

En un esfuerzo específico para conectarse mejor, Watlington dijo que el distrito escolar ofrecerá apoyo en línea gratuito para los estudiantes entre sexto y duodécimo grado. Los profesores y demás personal también tendrán acceso a los mismos recursos en línea.

En cuanto a las soluciones a largo plazo, Watlington afirmó que el distrito escolar seguirá controlando la asistencia y los progresos de los alumnos en asignaturas como lectura y matemáticas. El éxito en esas materias, dijo, hace que los estudiantes "crean que tienen opciones" cuando se trata de la educación superior.

Pero con las inversiones que se hacen ahora en seguridad, Watlington también dijo cómo potencialmente resta inversiones en otras áreas, como la contratación de más gestores del clima, consejeros y bibliotecarios para las escuelas.

Por eso la tercera fase de la transición de Watlington es posiblemente la más importante.