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Shartelle Martinez camina en la ceremonia de graduación para The Choice is Yours en City Hall el 1 de junio de 2018. Foto: Emily Neil / AL DÍA News

En Philly, los que delinquen por primera vez tienen esperanza

Un programa empezado por la Fiscalía del Distrito en 2012 sigue cambiando vidas de personas que cometieron crímenes no violentos por primera vez, ofreciéndoles…

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A Nicole Sanchez Ortiz, el programa “The Choice is Yours” (“La elección es tuya”, o TCY) le cambió la vida cuando fue condenada por su primer crimen, relacionado con drogas, en junio de 2017.

El programa, que concede a todos aquellos condenados por primera vez por un delito no violento la oportunidad de completar los estudios de secundaria, ofrece una salida alternativa a tener que cumplir con una condena de cárcel y cargar de forma permanente con un historial criminal que tendría consecuencias de por vida, haciendo más difícil encontrar un trabajo seguro y avanzar en la carrera profesional.

Pero, incluso así, al principio Sanchez Ortiz fue bastante escéptica con los beneficios del programa.

“Empecé el programa con una onda negativa, estaba siempre a la defensiva. No cada día tenía ganas de estar en el programa, me sentaba ahí y escuchaba a los demás. Pero la verdad es que cambió mi vida en cuestión de meses”, dijo.

Y el pasado mes de mayo, mientras observaba los preparativos de la ceremonia de graduación de su clase, Sanchez Ortiz no pudo evitar llorar al recordar cómo el programa TCY ha impactado en su vida.

“Te motivan para que mejores. Te ayudan a encontrar trabajo, a obtener el diploma de secundaria… es simplemente un programa maravilloso. Y el equipo te ayuda mucho”, explicó Sanchez Ortiz. “Me ayudaron a transformar toda mi energía, mi onda… soy una persona totalmente diferente. Desde dónde empecé, a donde estoy ahora”. 

The Choice is Yours (TCY), dirigido por JEVS Human Services, fue diseñado para que aquellos que hayan cometido un crimen no violento por primera vez puedan completar sus estudios de secundaria con el programa TCY y Penn Foster, en lugar de ir a la cárcel. Todos los participantes son gente que recibió condenas de prisión por un primer delito de venta de drogas.

El programa fue puesto en marcha en 2012 por el entonces Fiscal del Distrito, Seth Williams, inspirándose en el programa “Back on Track” de San Francisco, ideado por el Fiscal de Distrito de esa ciudad, Kamala Harris. El objetivo, más allá de ofrecer a los delincuentes no violentos la oportunidad de empezar de nuevo, es reducir los niveles generales de encarcelamiento y reincidencia, y promover la rehabilitación de forma más efectiva. Hasta ahora, el programa ha logrado un nivel de compleción de 85 por ciento y un 13 por ciento de reincidencia entre los participantes un año después de la graduación - una notable reducción, en comparación a los ratios de reincidencia de entre el 40 y 60 por ciento entre los condenados por delitos similares en toda la ciudad.

Tras la completación del programa, a los participantes se les retiran todos los cargos, con posibilidad de sellar su expediente criminal un año después de su graduación del programa TCY. Este año, la promoción de graduados del TCY incluía a tres estudiantes latinos, el mayor número desde que se puso en marcha el programa.

Igual que Sanchez Ortiz, Shartelle Martinez fue condenada por un delito de drogas. Pero su hija de -hoy- nueve años fue la razón por la que aceptó entrar en el programa TCY y obtener un título académico.

“Ella fue, de hecho, mi motivación. Para seguir intentándolo y seguir adelante. Por la vía de la escuela, a través del programa, para asegurarme de que podía conseguirlo”, explicó Martinez.

Martinez, que empezó las clases en 2016, recibió el honor de pronunciar el discurso de acogida durante la graduación de su promoción, el pasado mayo. En el discurso dedicó unas palabras a elogiar el papel de la instructora principal del programa TCY, Alberta Lloyd, por su rol ejemplar como mentora y motivadora.

“La señorita Alberta nos ayudó mucho. Consiguió que hoy estemos donde estamos”, dijo Martinez. Y añadió que no solo fue la paciencia de su mentora, sino sus elevadas esperanzas depositadas en sus estudiantes, lo que la ayudaron a preservar en el programa, a conseguir graduarse y aspirar hoy a sacarse el diploma de enfermería.

Lloyd les ayuda en la “búsqueda de empleo, formación profesional, y también con educación, si quieren obtener su diploma de secundaria o continuar con su educación en la universidad o en una escuela superior”.

Después de haber experimentado ella misma en dos ocasiones lo que significa quedarse sin hogar, Lloyd explicó que puede comprender muy bien las necesidades de los alumnos del programa TCY.

“Tuve que dormir ahí fuera, detrás de esas puertas, en las calles de Filadelfia… Desde entonces, me he sentido impulsada y motivada para ayudar a la gente”, dijo Lloyd durante la ceremonia de graduación de este año, celebrada en la Alcaldía.

“Es muy importante… no solo para entenderles en términos de sus necesidades educativas y académicas, sino también como seres humanos, como personas”, añadió Lloyd. “Y ahora que van a lograr éxitos, y que van a sufrir altibajos, es cuando necesitan a alguien que sea comprensivo, tenga compasión; que no les deje estancados en esa situación, sino que les anime a seguir adelante con sus vidas”.

Muchos de estos graduados ven la completación del programa y la obtención del diploma de secundaria como un primer paso en el camino para conseguir sus objetivos.

Tras su graduación, Sanchez Ortiz quiere asistir a la escuela profesional para ser estilista y abrir su propia peluquería.

“Estos son mis objetivos, y voy a conseguirlos, igual que conseguí obtener mi diploma de secundaria”, dijo.