Gracias a una subvención estatal de 1,3 millones de dólares, la Universidad de Temple ha podido construir su propio Centro de Investigación contra el Racismo. Hoy a mediodía, funcionarios de Temple -entre ellos el presidente de Temple Jason Wingard y el ex presidente Richard M. Englert- junto con políticos estatales se reunieron en el Mazur Hall del campus para celebrar la apertura del centro. Su objetivo es ayudar a los investigadores a comprender, explicar y resolver los problemas de desigualdad e injusticia racial, así como educar al público al respecto. 

Molefi Kete Asante, profesor del Departamento de Africología y Estudios Afroamericanos de la Universidad de Temple, dijo que la mayor inspiración para el centro fue el asesinato de George Floyd, en 2020. Se puso en contacto con la universidad, que no estaba siendo activa, y propuso un cambio. Tras discusiones de ida y vuelta, la universidad se comprometió a crear un centro antirracista. 

"Sentí que la Universidad de Temple debía dar una respuesta positiva contra el racismo", añadió Asante. 

El presidente Wingard agradeció el apoyo de los legisladores, como el senador estatal Sharif Street y el representante estatal Malcolm Kenyatta, responsables de conseguir la financiación necesaria para el centro. Espera que Temple siga estando presente en la comunidad y más allá del norte de Filadelfia, sirviendo de modelo al resto del país. 

Asante también mencionó la importancia de tener el centro en el norte de Filadelfia. Aunque se trata de una de las regiones más pobres de la ciudad desde el punto de vista económico, Temple está considerada como una de las mejores universidades urbanas del país. Asante cree que los recursos de Temple podrán elevar el discurso en torno a la raza y el racismo de forma muy positiva. 

Timothy Welbeck, director del Centro de Investigación contra el Racismo, dijo que el centro trabajará en colaboración con oficinas de toda la universidad y creará becas para ayudar a dar forma al curso del discurso que ayudará a la comunidad a entender mejor qué es el racismo y cómo luchar mejor contra él. 

"Informaremos, educaremos y capacitaremos al público para que se una a nosotros en esta lucha", añadió Welbeck. 

En representación del futuro de Temple, el centro no sólo trabajará para combatir el racismo, sino también todas las demás opresiones, desde las religiosas hasta las de género y sexualidad. 

Para el ex presidente Engler, el centro pertenece a Temple ya que se alinea con la misión de la universidad. Fundada en la posguerra civil, la institución pretendía ofrecer una educación universitaria a los más desatendidos y abandonados de la sociedad. En el movimiento por los derechos civiles, Temple, en colaboración con la Commonwealth de Pensilvania, se comprometió a servir a todos los ciudadanos del estado. Temple también creó el primer programa de doctorado en estudios afroamericanos del país, a finales de los años 80, coordinado por Asante. 

"El centro de la Universidad de Temple proporcionará investigación basada en pruebas tanto para descubrir y difundir la verdad como para combatir la mentira", dijo el ex presidente Englert.