“El Espíritu de la Vanguardia: Obras maestras modernas y surrealistas de un importante estado” es el nombre del lote de pinturas que la casa neyorquina de subastas de arte, Sotheby, pondrá en venta el 29 de junio, si la reapertura económica de la ciudad así lo permite.

“El Espíritu de la Vanguardia” reúne obras de algunos de los pintores más relevantes de la historia de la pintura latinoamericana, obras que fueron adquiridas por la casa antes de que tuvieran los astronómicos precios a los que aspiran ahora y que, en palabras de la directora de arte latinoamericano de Sotheby, Anna Di Stasi, revelan "ojo dotado e inquisitivo, capaz de discernir obras de arte de calidad de museo antes de que fueran codiciadas por el mundo del coleccionismo en general”.

La pugna será por cuadros de Remedios Varo, Leonora Carrington, Frida Kahlo, Mario Carreño, Cundo Bermúdez, Mariano Rodríguez, Rufino Tamayo, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y, la joya de la corona, Wifredo Lam.

La obra de Lam que estará a la venta será Omi Obini, la cual esperan que alcance un precio entre los 8 y 12 millones de dólares. e

Ya es la obra con el precio estimado más alto que haya alcanzado algún cuadro del cubano, pero si llega a los 12 millones romperá el record de ser la obra latinoamericana en alcanzar el precio más alto hasta ahora. De momento, el record lo tiene “Los rivales”, de Diego Rivera, que fue vendida por 9,76 millones de dólares en 2018.

La obra surrealista de Lam, con su paleta en verde, azul, lila y ocre, remite a la iconografía propia de la santería afrocubana, donde la vegetación –particularmente la caña de azúcar– se confunde con las figuras de los orishas.

Lam pintó Omi Obini en 1943, el mismo año en que hizo La jungla, obra con la que tiene una importante relación formal y es considerada su obra maestra.

Estas dos obras de Lam muestran cuan intensa es la influencia que Picasso tuvo en él, en el estilo de las figuras y sus relaciones en el lienzo, pero también son una muestra de cómo retomó algunos recursos ideados por el barcelonés para interpretar inquietudes más cercanas a la tradición afrocubana, tradiciones que, por lo demás, hacían parte de la exploración espiritual que le interesaba.

De momento, la casa de subastas está a la espera de que las autoridades de Nueva York definan cómo serán las condiciones para que potenciales compradores puedan ir a ver las piezas.

Si bien las visitas seguramente se hagan con cita previa, las probabilidades de que la subasta se haga de modo virtual son altas.