Un castillo, tres dragones y un mamut en el centro de Barcelona
El Parque de la Ciudadela, es mucho más que uno de los pulmones verdes de Barcelona.
Barcelona es uno de esos sitios en los que todo puede pasar. Incluso que el lugar más odiado de la ciudad se convierta en el más querido, como ocurrió con el Parque de la Ciudadela, uno de los pulmones verdes de la ciudad.
Para entender la historia de este parque tenemos que remontarnos a 1715, cuando Felipe V ordenó levantar una gran ciudadela militar que le permitiera controlar la ciudad. Un plan que requirió el derribo de más de 1200 casas de vecinos del barrio del Borne. El proyecto levantó rápidamente la ira y el odio del pueblo hacia la ciudadela, lugar en el que cada día se realizaban ejecuciones y que se utilizaba como cárcel. Y fue así hasta que, en 1869, el general Prim decidió devolverle los terrenos a los vecinos, con la condición de que se construyera un parque público en ellos. Fue entonces como un lugar cargado de odio y tristeza, floreció hasta convertirse en el parque más visitado de Barcelona.
La planificación del parque que debía servir de pulmón para la ciudad se modificó dos veces. Primero para incorporar diferentes edificaciones dedicadas a la celebración de la Exposición Universal y después para construir un zoo.
Dragones y mamuts
CONTENIDO RELACIONADO
En la actualidad, pasear por el Parque de la Ciudadela es hacerlo por un museo al aire libre. Entre sus más de cien especies vegetales se esconden obras de Frederic Marès, Josep Llimona o Pau Gargallo y algún que otro ser fantástico. Por ejemplo, los dragones que se asoman por el castillo que se construyó para funcionar como café restaurante durante la Exposición Universal de 1888. O un espectacular mamut de 1910 que formaba parte de un proyecto fallido que pretendía llenar el parque de figuras a escala de animales que un día poblaron estas tierras.
Las construcciones que salpican las 19 hectáreas de terreno del actual Parque de la Ciudadela son un paseo por la historia. De la antigua ciudadela militar todavía se conserva la capilla, el palacio del gobernador y el edificio del arsenal. Del finales del siglo XIX el Museo Martorell de Geología y de la época de la Exposición Universal el restaurante y el espectacular invernadero. Resquicios de los diferentes pasados de este lugar que hoy forman parte de un parque lleno de historia, vida y naturaleza.
DEJE UN COMENTARIO:
¡Únete a la discusión! Deja un comentario.