No cabe duda, Lionel Messi es el mejor jugador del planeta, no solo del momento, sino de la última década. De hecho, para muchos –yo incluido-, Messi debería ser el futbolista más grande la historia, por encima de enormes genios como los mismísimos Pelé y Maradona. Sin embargo, a la hora de contar títulos, uno falta en sus vitrinas, la Copa del Mundo, un trofeo que Pelé ganó tres veces y Maradona, una. En resumen, ciñéndonos a los resultados cuantificables, que son los que escriben la historia, Leo todavía no puede equipararse ni a su compatriota ni al astro brasileño.

La gran oportunidad del argentino se presentará este verano en Rusia. Tras una fase clasificatoria nefasta, en la que el combinado albiceleste hasta cambió de entrenador, pasando a tomar las riendas de la selección Jorge Sampaoli, tres goles de Messi en Ecuador acabaron dando el billete a Argentina para la Copa del Mundo. Pero, una vez que inicia el Mundial, poco importa cómo hayas llegado a él y podemos asegurar que Argentina estará entre los grandes favoritos.

El Grupo D, que ha tocado en suerte a los sudamericanos, no parece nada cómodo, teniendo como rivales a Croacia, la debutante Islandia y la siempre complicada Nigeria, con la que Argentina ha quedado emparejada en la fase de grupos hasta en cinco ocasiones. Los albicelestes deben asegurarse la primera posición. De lo contrario, tendrían un cruce en la ronda de octavos muy complicado contra el campeón del Grupo C, que será con toda probabilidad Francia. 

Tras marcar únicamente un gol en sus primeras dos participaciones en la Copa del Mundo, Messi realizó un sólido campeonato en Brasil 2014, a pesar de no estar completamente bien en el aspecto físico. Argentina no realizó un juego demoledor, pero supo sufrir y sacar partidos adelante para volver a una final por primera vez desde 1990. Leo anotó cuatro tantos y fue la gran estrella de un conjunto que volvió a caer en el choque definitivo (como en 1990) por 1-0 frente a Alemania, perdiendo Messi su oportunidad de encumbrarse a la cima de la historia futbolística.

Rusia 2018 vuelve a brindar la opción al mejor futbolista del planeta. Es curioso, pero el éxito de Messi, y de toda Argentina, dependerá de los hombres que juegan a su vera. Atacantes hay buenísimos. Gente como Mauro Icardi, Paulo Dybala, Ángel Di María, Sergio Agüero o hasta Gonzalo Higuaín atesoran un talento indiscutible. La clave estará en el equilibrio, en que Sampaoli rodeé a Leo de peones, de futbolistas trabajadores que apuntalen la defensa Argentina. La tarea no es fácil, pues todavía, en el definitivo partido ante Ecuador, uno de los titulares fue el veteranísimo Javier Mascherano, situación que demuestra la falta de un relevo generacional en la retaguardia albiceleste. Sin embargo, si el nuevo entrenador que ya triunfó con Chile lo consigue, no descarten que Messi conquiste su primera Copa del Mundo y pueda equiparse, no solo en juego sino también en resultados, a Maradona y Pelé.