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Lanzamiento de cohete espacial
Una mujer colombiana se convirtió en la primera mujer en ingresar a la Academia de la Nasa. Foto: Pixabay.

Diana Trujillo: la presencia latina más allá de los límites de la Tierra

Conozca la historia de esta mujer hispana que pasó de limpiar casas para ganarse la vida a ser la directora de vuelo en la misión Marte 2020.

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La historia de Diana Trujillo, ingeniera aeroespacial de la Nasa y directora de vuelo de la misión Marte 2020, es como la de muchos latinos que llegan a Estados Unidos en busca de alcanzar sus sueños de ser grandiosos y exitosos.

El año pasado la Nasa hacía historia luego de que Perseverance, su robot explorador, amartizara con éxito sobre la superficie del planeta rojo, una hazaña que le permite a la humanidad volver a posar sus ojos más allá de las fronteras de la Tierra, llevando con éxito esta misión que, además de buscar evidencias de vida pasada, recolectará muestras minerales que serán regresadas a la Tierra en una futura misión y pondrán a prueba los nuevos desarrollos tecnológicos.

17 años y 300 dólares en el bolsillo

Esta era la edad y la cantidad de dinero con la que contaba Diana Trujillo al llegar a Estados Unidos, país en el que trabajó limpiando casas para pagar sus estudios de inglés, y luego, por medio de otros tres empleos más, pudo costear sus clases de ciencias del espacio en la universidad para finalizar con ingeniería aeroespacial.

En una entrevista para la BBC, Trujillo señaló que no fue fácil haber sido la primera mujer en entrar a la Academia de la Nasa, en especial porque la sociedad no espera ni que una mujer, mucho menos una mujer hispana, ni que alguien de bajos recursos pueda alcanzar metas tan elevadas. Sin embargo, la colombiana asegura que hay que cuidar el “pajarito” (los sueños de cada persona) y entender que por cada uno de ellos vale la pena jugársela y aferrarse a que, aunque no lo haya hecho nadie antes, cada uno tiene la idea correcta y es capaz de hacerlo.

La nacida en Cali, capital del Valle del Cauca y la tercera ciudad en importancia de Colombia, también asegura que tanto los hispanos como las mujeres deben vencer el “síndrome del impostor”, aquella creencia de que no se es lo suficientemente bueno y que se amplifica cuando se mezclan las anteriores variantes. Trujillo hace referencia a la cultura latinoamericana, la cual le atribuye unas etiquetas a la mujer, como ser ama de casa, mamá, entre otras, que no son fáciles de romper y que solo con mucha convicción y convencimiento de sí mismo se pueden dejar atrás.

Sus expectativas al llegar a Estados Unidos

Diana, como muchas mujeres hispanas, quiso romper el molde y las expectativas que se tuvieran sobre lo que ella debería ser.

Como parte de ese deseo de romper prejuicios y todos los planes que los demás hacían sobre su futuro, la colombiana llegó a Estados Unidos segura de que no tenía que perder tiempo intentando convencer a los demás de lo que era capaz, sino que tenía que dejar esas voces atrás y continuar decidida a hacerlo realidad.

Las estrellas, su refugio contra el miedo y la violencia

La caleña cuenta que siendo niña se experimentaba mucho miedo de salir a las calles y caer víctima de una bala perdida, por lo que para ella poder acostarse en el pasto a contemplar las estrellas era una forma de despejarse y despegarse de todas las sensaciones negativas. “Nomás estás escuchando los animales y viendo las estrellas y te calmas de una, porque no hay nada más pasando”, relató Trujillo para la BBC.

Inmediatamente, la científica de la Nasa sonríe porque cae en cuenta de que aunque dijo que “no hay nada más pasando”, la verdad es que todo está pasando, en un movimiento sincronizado y armonioso de los planetas y las constelaciones, y esto fue lo que la motivo a querer saber cómo es que todo esto funciona.

Directora de vuelo Marte 2020

Con su tenacidad y gran convencimiento propio, Trujillo hizo historia al convertirse en uno de los cuatro directores de vuelo, quienes son los responsables de liderar el grupo que hace todo el análisis de la información que proporciona el robot.

La colombiana también participó de la creación del brazo robótico, una importante herramienta que permite hacer un escaner de las distintas rocas y establecer si en algún momento hubo vida en Marte. Asimismo, la directora de vuelo también trabajó en el Curiosity, el robot que había visitado previamente la superficie marciana en el 2012.

Momentos de magia

“Cuando yo hablo de magia es el momento en que tu idea, más la mía, más la de ella, más la de él, más la de todos los otros se juntan, se pegan, en vez de ser una idea que quita”, recalca emocionada Trujillo al hablar del proceso de trabajo en la NASA, un modelo que se debería copiar en todos los espacios de la vida, donde en vez de quitar o competir con los logros e ideas de los demás, se deberían retomar y compartir para construir algo más grande y mejor.

Consejos de una pionera del espacio

El principal consejo de Trujillo, y el cual recalca con convicción, es a cerrar nuestras mentes a las opiniones negativas de los demás que nos hacen perder el horizonte, para así enfocarse en lo que realmente importa que es la esperanza y la expectativa de lo que cada uno quiere hacer.

“El consejo para mí a las personas que quieren hacer algo, lo que sea, es escríbelo, escríbelo, siéntate por la noche afuera en el pasto, mira las estrellas y ponte a pensar en qué es lo que tú quieres hacer, qué te hace feliz, y hazlo, hazlo”, finaliza la colombiana.