“Diego nuestro que estás en la Tierra,

santificada sea tu zurda,

Venga a nosotros tu magia,

háganse tus goles recordar”.

Así da comienzo el Padre Nuestro de la Iglesia de Maradona, un culto religioso que, a pesar de que muchos catalogan de parodia, tiene sus oraciones, mandamientos, una Navidad propia cada 29 de octubre, la “Pascua maradoniana”, una iglesia en el barrio de La Tablada de Rosario -a 300 km de Buenos Aires- y capítulos con unos 500.000 acólitos en países tan alejados entre sí como Estados Unidos, España, Italia, Francia y por supuesto, Argentina. 

Si todo culto empieza con un milagro, el de los maradonianos comenzó el 30 de octubre de 1998, cuando dos fans del astro argentino, Hernán Amez y Alejandro Verón, consideraron muy seriamente que el mítico partido que jugó Maradona contra los ingleses en 1986 fue simplemente algo “divino” y se reunieron para celebrar su cumpleaños -entonces el jugador tenía 38 años- afirmando que “hoy nació Dios”.

Desde entonces comenzó a celebrarse una suerte de Navidad otoñal en que sus fieles se reúnen en la madrugada del 29 de octubre para brindar por D10 al término de la medianoche y cada 22 de junio -en honor de los goles contra Inglaterra- festejan la Pascua recordando las mejores jugadas de aquel mítico día del ‘milagro inglés’. 

Entre sus diez mandamientos, que todo acólito maradoniano debe seguir a pies juntillas, algunos muy sonados: 

“No proclamar a Diego en nombre de un único club”.

“Amar el fútbol sobre todas las cosas”. 

O: “Llevar Diego como segundo nombre y ponérselo a tu hijo”.

En España los maradonianos tienen contabilizados unos 15.000 seguidores, y muchos de ellos todavía recuerdan con orgullo el paso del ‘Pibe’ por el FC Barcelona, equipo con el que jugó desde 1982 y hasta 1984, año en que se marchó al Napoli.

Ahora Nápoles es la Tierra Santa de Maradona, un lugar obligado de peregrinación, y Messi, del que incluso Diego Armando dijo que “ahora es el mejor jugador del mundo” y con quien le unía una gran amistad, podría convertirse en el nuevo “messías” de esta iglesia futbolera. 

Ocurrió durante la primera visita oficial de Leo Messi a Nápoles, donde vinieron a recibirlo los fieles de la Iglesia Maradoniana. Entonces, Hernán Amez, líder del culto, proclamó que Messi era “la esperanza viva” de su Iglesia y que lo único que necesitaba para igualar en creyentes a Maradona era “sacar al pueblo argentino a las calles por la felicidad de un triunfo”, como ocurrió en el icónico Mundial del 86.

Ahora que, según afirman sus seguidores, el Dios pasó oficialmente a la inmortalidad para vivir siempre en la Gloria de la mitología argentina, hasta el propio Messi defiende esta condición de omnipotencia y omnisciencia de Maradona cuando, al conocer la muerte del ídolo, declaró en Instagram que “Diego es eterno” y que “nos deja pero no se va”.

¿Alcanzará La Pulga el estatus de divinidad? ¿Podemos hablar de un Antiguo y Nuevo Testamento en el fútbol? Para muchos futboleros, si Messi por fin decide marcharse del FC Barcelona tocarán más las trompetas del Apocalipsis.