El oso Paddington, un inmigrante peruano, cumple 60 años
El entrañable protagonista de la literatura infantil es un inmigrante recién llegado a Londres del "Oscuro Perú". Su frase más conocida es la que figura en su…
Pocos lectores latinos habrá que no reconozcan al oso Paddington, ese osito de peluche enfundado en una gabardina azul y un sombrero rojo, convertido en uno de los personajes más entrañables de la literatura infantil. Sin embargo, no todos recordarán que el entrañable oso de dibujos animados es en realidad un “latino”.
Creado hace 60 años por el escritor británico Michael Bond, quién falleció el año pasado, los cuentos del oso Paddington cuentan las aventuras de un osito que llega a Londres desde Perú, cuando su tía le envía a Inglaterra para hacer de polizón. Al llegar a Londres, el osito se ve metido en todo tipo de líos, pero siempre intenta hacer las cosas bien.
Tras su primera aparición, en 1958, sus libros han vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo. Ahora, el oso Paddington será el protagonista de dos nuevas monedas emitidas por The Royal Mint, la fábrica de dinero del Reino Unido, con motivo del 60 aniversario de su primera aventura. La acción, anunciada el jueves por la organización, forma parte de una campaña que seguirá al oso favorito de los británicos por todo el país para conmemorar los 60 años de su nacimiento, según informaba Efe.
El oso Paddington no solo tiene monedas en su honor. En Londres, el osito peruano tiene también una estatua de bronce en la estación de tren londinense de Paddington Station, donde llega por primera vez desde Perú. Hoy en día, la estatua, construida en 1958, todavía sigue en pie, junto al reloj de la Plataforma 1, y representa al oso pidiendo ayuda.
En su ciudad natal, Lima, la capital de Perú, el osito también tiene una estatua. “Cuiden de este oso, por favor”, puede leerse a los pies de la estatua, en el paseo de Miraflores, junto al océano Pacífico y un parque infantil. El oso fue un regalo que la embajada británica hizo a la ciudad en 2015, para conmemorar las buenas relaciones entre Reino Unido y Perú. Está diseñado por el comediante británico Stephen Fry.
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No era la primera vez que Reino Unido usaba el oso Paddington para hacer política. La escultura del oso en Lima, enfundada en una gabardina con los colores de la bandera británica, es uno de los 50 osos diseñados por artistas, actores y políticos famosos que se extienden por todo Londres (el llamado “Paddington Trail”). Entre los diseñadores de osos Paddington están desde Nicole Kidman y Rhianna, al futbolista David Beckham y la supermodelo Kate Moss.
En el caso de las monedas, están diseñadas por Dave Knapton, diseñador de monedas de The Royal Mint. “Me encantaba leer los libros de Paddington cuando era un niño, y sentí una verdadera nostalgia al diseñar estas monedas. Paddington forma parte de mi infancia, pero ahora está siendo descubierto por una nueva generación”.
Las dos monedas, de 50 pennies, representan a Paddington en dos de los lugares más emblemáticos de sus aventuras: Paddington Station y Buckingham Palace.
Más allá de las monedas y las estatuas, lo mejor que pueden hacer en lo tiempos que corren (léase: Donald Trump), independientemente de que tengan niños en casa o no, es encontrar un ejemplar de "Uno oso llamado Paddington" / "A bear called Paddington" y revivir con el entrañable osito la sensación de llegar como inmigrante a un país extraño. Ya en las primeras páginas, el oso Paddington es presentado como un cortés inmigrante procedente del "más oscuro y recóndito Perú" ("Darkest Perú"). Fue encontrado por la familia Brown en la estación londinense de Paddington, de ahí recibe su nombre, ya que el oso dice que nadie puede entender su nombre peruano.
De hecho, los problemas que enfrentan los inmigrantes estuvieron presentes en la imaginación de su creador, Michael Bond, hasta el último momento. En su más reciente colección de historias, publicadas en 2008, para celebrar el 50 aniversario de Paddington, Bond incluyó deliberadamente un encuentro entre Paddington y un policía, cuyos primeros intentos benévolos de interactuar con el oso -"Esta es la semana “de ser cortés con los extranjeros", le dice a Paddington-, "acaban volviéndose más oscuros cuando la comunicación se convierte en malentendidos”, recordó Rebecca Mead en The New Yorker en junio del año pasado, tras la muerte de Bond. Cuando Paddington le dice al oficial que, por lo general, el solo maneja el auto por la acera, ya que nunca obtuvo su licencia de conducir, "el policía lo miró con dureza. Parecía haber envejecido en el poco tiempo que Paddington había estado allí", una metáfora precisa y escalofriante de la implacable fuerza de la autoridad, apuntó Rebecca Mead en The New Yorker.
“Los libros de Paddington abordan el tema de la inmigración de una forma muy sutil”, opina la profesora Angela Smith, profesora de estudios culturales de la Universidad de Sunderland (Reino Unido) y autora de un estudio titulado: “Paddington Bear: un caso de estudio sobre la inmigración y la otredad”. Según Smith, en la Gran Bretaña de 1958, el tiempo en que Paddington apareció, era un escenario de racismo extendido y creciente multiculturalismo, en el que el pequeño oso del “Oscuro Perú” llega con una perspectiva particular del estilo de vida británico.
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