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El presidente López Obrador lleva más de un año prometiendo una consulta ciudadana sobre las corridas, mientras muchos estados ya han prohibido la práctica. Photo: El Sol de México.
El presidente López Obrador lleva más de un año prometiendo una consulta ciudadana sobre las corridas, mientras muchos estados ya han prohibido la práctica. Photo: El Sol de México.

Video: La inusual protesta de una senadora mexicana contra las corridas de toros

“Ni arte ni cultura, tortura”, este fue el lema de la polémica senadora Jesusa Rodriguez, que decidió convertirse en toro para encarnar su sufrimiento.

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Fueron apenas 43 segundos de gran dramatismo, pero la senadora y activista por los derechos de los animales Jesusa Rodríguez logró de nuevo sembrar la polémica en redes con una performance que ya supera las 455.000 visitas.

En ella, Rodriguez se mete en la piel de un toro y simula clavarse ella misma las banderillas para denunciar la violencia de una afición que califica de bárbara y que en México tiene un seguimiento masivo, las corridas de toros. 

“Ni arte ni cultura, es una tortura!, dice en voz alta la política mientras levanta los brazos para darse la estocada de gracia, vestida de blanco, con la vista dirigida al cielo y el rostro constreñido en una mueca de dolor y espanto. 

En su performance, la polémica senadora afirma que las corridas de toros no deberían ser consideradas patrimonio cultural por la UNESCO, mientras intenta, como muchos animalistas en el país, crear conciencia sobre la necesaria abolición de una práctica que califica de “anacrónica, violenta, sangrienta e inmoral en la que se torturan animales”, dice. 

Una política muy particular

Como bien señala El Universal, no es la primera vez que la senadora Jesusa Rodríguez llama la atención del mundo de una forma que podría ser vista como “extraña” o deliberadamente “excéntrica” para un personaje público. 

Rodríguez sorprendió a los votantes el pasado año asegurando públicamente que cada vez que un mexicano se comía un taco de carnitas estaba festejando la caída de Tenochtitlán en manos de los colonizadores españoles. 

La semana pasada, en pleno debate sobre la legalización del consumo de cannabis en el país, la senadora llevó una planta de marihuana al Senado y comparó sus propiedades con los genitales femeninos. 

"Hace veinte años un urólogo australiano hizo una descripción del funcionamiento del clítoris; antes no sabíamos cómo usarlo. Lo mismo ocurre con la marihuana", dijo. 

Rodríguez añadió que "hay un completo programa de desinformación para que la gente no conozca las maravillas que la planta puede hacer por la sociedad cuando está bien regulada".

Su última performance antitaurinas ha provocado un aluvión de comentarios maliciosos. 

Mientras que algunos se preguntaban si la senadora había estado fumando cannabis cuando se le ocurrió la idea, otros se llevaban las manos a la cabeza y afirmaban que era una vergüenza que una funcionaria pública ofreciera este tipo de “espectáculos” por muy de acuerdo que algunos de los internautas estuvieran con la abolición de este tipo de aficiones salvajes.

"Estoy totalmente de acuerdo con usted, señora, lo que es lamentable es su actuación. Toda la intención está perdida y sólo nos hace reír de su ridícula locura. Sea seria señora, sólo resta una lucha legítima con sus estupideces”, escribió un usuario en Twitter.

"No necesitamos este tipo de actuaciones ordinarias, mal actuadas, sin sentido y torpes. Si tiene una iniciativa, preséntela y deje de hacer estas malditas cosas ridículas", dijo otro. 

El video, sin embargo, consiguió lo que se proponía, provocar a los internautas en pleno debate animalista. 

Más cuando se sabe que, según una encuesta realizada por el diario La Reforma el pasado 2019, más de la mitad de los mexicanos están a favor de la prohibición de las corridas, e incluso el presidente López Obrador llegó a decir que estaba evaluando un cambio en la Constitución para poder realizar una consulta ciudadana.

Algunos estados mexicanos ya han avanzado en la prohibición de las corridas de toros, entre los que se cuenta Sonora, Guerrero, Coahuila o Quintana Roo. No obstante, según Sputnik News, en la Plaza de Toros de Ciudad de México mueren asesinados durante la temporada de corridas unos 140 toros, que se suman a los alrededor de 250.000 bovinos que lo hacen todo el mundo. 

México es más que ningún otro país, incluyendo a España, la capital mundial del toreo. Pero, ¿hasta cuándo?