Cuando uno ve a alguien bailar tango, no hace otra cosa que desear tener la capacidad de hacer lo mismo algún día. Pero la verdad es que los días terminan acumulados sin que la mayoría de los que nos sentimos atraídos por este baile argentino nos decidamos a dar el primer paso y saltar al ruedo.

Hace un mes, más de 600 personas se reunieron durante cuatro días en la Lithuanian Music Hall Association para dedicarse a bailar tango y nada más.

La excusa fue la celebración del Philly Tango Fest, que este año tuvo su versión más completa –desde que se celebra hace ocho años– con 600 tangueros expertos y aficionados, 13 maestros, una orquesta, un café y hasta una tienda especializada.

Los números dan cuenta de que la comunidad tanguera de Filadelfia es cada vez más grande y de que puede crecer mucho más si los indecisos dejamos el miedo y la pereza a un lado y nos metemos de cabeza en la pista de baile.

Si usted es uno de los que piensan que el tango es un baile imposible de bailar, Meredith Klein, fundadora del Philly Tango Fest y directora de la Philadelphia Argentine Tango School, tiene cinco cosas que debería saber para que se anime a practicarlo.