Simone Biles, una de las mejores gimnastas de los últimos tiempos, ganó su medalla de bronce tras volver de su retiro durante los Juegos Olímpicos en Tokio 2020.

Biles, 24 años, se retiró la semana pasada de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 tras afirmar querer cuidar su salud mental, pues la presión que sentía sobre sus hombros ya significaba una experiencia muy dura como para seguir representando a su país.

 Sin embargo, este martes la gimnasta sorprendió al público nipón con una rutina maravillosa y llena de confianza en su técnica sobre la barra de equilibrio. Biles obtuvo un puntaje de 14,000 que le permitió entrar en el tercer lugar del podio. La medalla de oro fue para Guan Chenchen, con 14,633 puntos y la plata fue para Tang Xijing con 14,233 puntos, ambas competidoras de China.

Luego de una dura competencia tanto en la arena como dentro de su cabeza, Simone recordó al público que "los deportistas no son solo atracciones” e hizo énfasis en lo orgullosa que se siente de haber vuelto a competir durante estas olimpiadas. “Lo hice por mí y estoy orgullosa de haber sido capaz de competir de nuevo”, afirmó Biles luego de su actuación.

La decisión de Biles de apartarse un tiempo de la competencia, tras ser catalogada como la mejor gimnasta de los últimos tiempos, reafirma la presión que pueden llegar a sentir los atletas de alto rendimiento al buscar cumplir con las expectativas del público sobre ellos.

En este caso alcanzar el oro no fue tan importante como lograr la estabilidad en sus pensamientos antes de continuar.

Simone dejó una enseñanza a todos los deportistas que se exigen en cada una de las disciplinas olímpicas recordándoles que la “salud física y mental cuentan más que todas las medallas que pueda ganar”.

Para competir este martes, Biles tuvo que pasar dos veces por sesiones de terapia con el psicólogo deportivo de la delegación de Estados Unidos. Esto para comprobar que su estado de salud mental era el adecuado para competir.

La gimnasta dijo que ha sido de mucha ayuda todo el apoyo que había recibido por parte del equipo de profesionales, porque esto le permitió trabajar sus emociones luego de sentir que se había perdido todos los Juegos de Tokio 2020.

A su vez, la entrenadora de Biles, Cecile Landi, dijo que su situación había sido causada por una combinación de diferentes cosas, incluyendo sus ataques de nervios y la presión que estaba sobre sus hombros tras los últimos años compitiendo. “Simplemente no fue el momento ideal para que ella se sintiera así”, mencionó la entrenadora, “pero en sus ojos vi una mirada que no había visto nunca”.

Tras volver a Estados Unidos, se espera que Simone Biles asista a sesiones de terapia para seguir con su tratamiento y también continuar compitiendo siempre que su cuerpo y su mente se lo permitan.