El ámbito jurídico sigue siendo un territorio por conquistar para la comunidad Hispana en Estados Unidos. A pesar de ser la demografía étnica más grande del país, los Latinos siguen siendo infrarrepresentados en el ejercicio del derecho.

Este hecho es particularmente inquietante, considerando que la carrera en la abogacía abre puertas profesionales en diversos ámbitos, y constituye una vocación de años de formación y experiencia, lo que suele disuadir a muchos Latinos de embarcarse en ella.

Según las estadísticas de la Asociación Nacional de Abogados Hispanos (HNBA), los hispanos -que son el 18 por ciento de la población- representan alrededor del 4 por ciento de los abogados de Estados Unidos. En el caso de las latinas, estas cifras son aún menores; las latinas representan menos del 2 por ciento de los abogados estadounidenses.

Los latinos no sólo son estadísticamente escasos en el campo legal, sino que estas cifras se reducen cuando se desglosan por áreas de especialización. Los hispanos son el 1,8 por ciento de los socios de los bufetes de abogados y el 4,5 por ciento de los puestos judiciales federales y estatales. Estas cifras son importantes, dicen los abogados, porque los socios de las empresas son muy influyentes, mientras que los fiscales federales llevan consigo toda la fuerza de la ley.

En particular, la falta de latinos en el nivel judicial estatal tiene implicaciones para el sistema de justicia penal. Los fiscales deciden cuándo presentar una acusación, qué cargos solicitar y qué sentencia recomendar para los delitos. En un país que aún lucha con el racismo sistémico, la diversidad y la representación en los altos cargos jurídicos es más crucial que nunca.

El caso del procurador de la ciudad no es muy diferente. Este rol implica dirigir el Departamento Jurídico, y le transforma en el principal funcionario legal de la Ciudad, supervisando la representación legal de las agencias y funcionarios que constitutyen el gobierno de la Ciudad.

El Procurador representa al Alcalde, al Consejo Municipal y a todas las juntas y comisiones de la ciudad. Es el único funcionario ejecutivo nombrado por el Alcalde que debe ser confirmado por el Consejo Municipal.

 En Estados Unidos, el 43,6% de los procuradores son mujeres, y tan sólo un 6,9% son hispanos, según cifras recopiladas por Zippia.

Es por ello que el nombramiento oficial de Diana Cortés como Procuradora de la ciudad de Filadelfia es un hito histórico, no sólo para abogados de color en el país, sino para las Latinas en la abogacía y para la comunidad en general.

La historia de Cortés es la de tantos otros hispanos que han luchado contra todos los obstáculos por romper el proverbial techo de cristal, y abrir el camino para las próximas generaciones.