Más obesidad infantil y sin control | OP-ED
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En febrero pasado, en este espacio, se indicó que en el 2021 murieron por diabetes unas cien mil personas en Estados Unidos, un país con algo así como 34 millones de diabéticos y 100 millones de personas obesas, de las cuales 16 millones son niños y 34 millones son hispanos adultos.
Son cifras que se quedan en el papel y que no conmueven acciones efectivas. Es, a primera vista, una de las conclusiones de un reciente estudio sobre la obesidad en niños en Estados Unidos, publicado en julio en la revista Pediatrics, de la Academia Americana de Pediatría.
Pero este tipo de estudios pasan desapercibidos en la agenda mediática por los escándalos políticos, la época electoral, la guerra en Ucrania, la inflación…
‘Cambios en la incidencia de la obesidad infantil’ fue desarrollado, entre otras, por las doctoras Solveig Argeseanu Cunningham, Shakia T. Hardy. Cunningham, profesora asociada de salud global y epidemiología de la Universidad Emory de Atlanta, dijo recientemente que esperaba un descenso en la incidencia de la obesidad, en comparación con otros tiempos. Pero no fue así. En comparación con un estudio de hace 12 años, ahora los niños experimentan la obesidad más pronto y en niveles más altos.
De acuerdo con un estudio de 1998, el 15,1% de los niños que entraban a los jardines infantiles tenía sobrepeso y el 12% era obeso. Ahora, sumados, el 31% se encuentra en esa condición.
Expresamente, la principal conclusión del estudio de Cunningham y sus colegas señala que “La incidencia de la obesidad infantil fue mayor, se produjo a edades más tempranas y fue más grave que 12 años antes; por tanto, es posible que ahora haya más jóvenes en riesgo de sufrir las consecuencias para la salud asociadas a la aparición temprana de la obesidad”.
Frente a eso, la doctora Cunningham ha dicho que “los nuevos hallazgos sugieren que los esfuerzos dirigidos a conseguir que los niños se muevan más y elijan alimentos más saludables no están funcionando tan bien como se esperaba”, dijo. La Academia Americana de Pediatría ha insistido en la prevención primaria de la obesidad en los niños.
En varios países del mundo se han tomado medidas drásticas para frenar el consumo de bebidas azucaradas y comestibles ultraprocesados. Incluso, hay restricciones en la publicidad y se prohíbe su venta en los colegios.
En un artículo de consumer.healthday.com se cita a Michelle Toussaint, psicóloga del Centro Nacional para el Peso y el Bienestar en Washington, quien advierte sobre lo que implica el resultado de la investigación, teniendo en cuenta que se evaluó el periodo de la pandemia de COVID.19. "Algunos datos sugerían que las tasas de obesidad infantil estaban empezando a estabilizarse. Lamentablemente, este estudio, entre otros, refuta esa esperanzadora creencia, y las cosas pueden haber empeorado aún más”, indicó.
A lo que ella se refiere es que se esperaba que si los niños estaban todo el tiempo en casa se esperaba que hubiera más control a lo que comían. En ese sentido, una de las conclusiones de la investigación señala que cada vez más las desigualdades sociales tienen incidencia en la obesidad.
Reto social grande es ponerle freno a este tema que, sin duda, impacta la salud pública.
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