No, la ocupación de ciudades estadounidenses por parte de Trump y su tropa de asalto federal no tendrá un final feliz. Lo único que hará tal imposición es provocar más violencia. 

Basta con mirar lo que está sucediendo en Portland, donde los invasores, agentes federales fuertemente armados con uniformes de camuflaje y sin credenciales, están persiguiendo y secuestrando a ciudadanos estadounidenses, e incluso lanzaron gas lacrimógeno a un grupo de madres que protestaban sus abusos. 

No es de extrañar entonces que las autoridades locales exijan que las tropas federales vuelvan a su lugar de origen.

Sin embargo, los matones de Trump no se detendrán en Oregon. El presidente enviará a 150 de ellos a Chicago y amenaza con desplegar cientos más en Nueva York, donde el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio seguramente no los recibirán con los brazos abiertos.

Trump afirmó el martes que podría enviar "más fuerzas del orden federales" no solo a Nueva York y Chicago, sino también a Filadelfia, Detroit, Baltimore, Oakland y otras ciudades para hacer frente a los disturbios. "Todas dirigidas por demócratas liberales", agregó.

 En Portland, señaló ignorando la realidad, "han hecho un trabajo fantástico".

¿Pero quiénes son estas misteriosas tropas paramilitares, obviamente más leales a la Casa Blanca que a la constitución?

 "No es sorprendente que entre las agencias encargadas de ocupar Portland contra los deseos de los residentes y los funcionarios electos haya unidades tácticas de Aduanas y Protección Fronteriza (Customs and Border Protection), la misma agencia que todavía está deteniendo a niños inocentes en la frontera como una cruel estratagema política", dijo Ángela Fernández, ex comisionada de la División de Derechos Humanos del Estado de Nueva York

"Bajo Trump", agregó Fernández, "Seguridad Nacional y sus líderes pasaron cuatro años refinando sus tácticas violentas contra los inmigrantes en todo el país, arrebatando a la gente de la calle y arrestándolos sin explicación. Los agentes del DHS (Department of Homeland Security) incluso una vez retuvieron a un ciudadano estadounidense, y un veterano, nada menos, durante un mes, a pesar de que tenía prueba de ciudadanía.”

“¿Es de extrañar que esta sea la agencia que se está utilizando en Portland para crear un escenario político más retorcido a instancias de Trump?”

No, no lo es, y De Blasio ha dejado en claro que la ciudad de Nueva York no necesita a los paramilitares de Trump para, supuestamente, proteger los edificios públicos.

"Hemos visto el caos que la policía secreta está creando en Portland. No permitiremos que ocurra aquí", tuiteó el alcalde de Nueva York el lunes, y agregó que todo es una extensión de la campaña de reelección de Trump. "No le damos la bienvenida y no funcionará".

El plan de Trump de ocupar ciudades y enviar a sus matones para intimidar a la gente de los estados con gobernadores demócratas es una receta para el desastre. Es una táctica inconstitucional, fascista, de estado policial.

La gente necesita exigir que el Congreso retenga los fondos para las agencias que utilizan la violencia y las tácticas fascistas para intimidar a los manifestantes hasta que desistan de usarlas.

"De lo contrario", dijo Fernández, "la Casa Blanca continuará desplegando estas fuerzas contra nosotros".